¿Qué persigue el peregrino que hace el Camino de Santiago y qué huella deja en él esta experiencia? Según Manuel Mandianes (Loureses, 1942), antropólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), autor de "El camino del peregrino" (Sotelo Blanco), la peregrinación nace de la propia naturaleza viajera del ser humano y el principal motivo que hoy impulsa a miles de personas a realizar el Camino es la necesidad, dice, de buscar lo absoluto, algo que ha propiciado la crisis profunda que sufre la sociedad actual y que ha hecho que esta ruta de peregrinación europea haya experimentado un importante resurgir en los últimas décadas.

"La crisis de la Iglesia y de las instituciones ha traído un nihilismo ideológico, religioso, político y social con el que el hombre no se siente satisfecho y por eso va en busca de la espiritualidad, no sólo en el sentido católico, sino también en un sentido de búsqueda personal", explica Mandianes, doctor en Antropología y en Teología por la Universidad de Estrasburgo y en Ciencias Políticas y Sociología.

Una de las conclusiones de los más de 300 testimonios que Mandianes recoge en su libro, fruto de las conversaciones que ha mantenido con cientos de peregrinos, es que el Camino de Santiago no deja indiferente a nadie, independientemente de los motivos que haya impulsado a cada uno a realizarlo. La llegada a Compostela supone un antes y un después porque las largas caminatas a solas, en contacto únicamente con uno mismo y el entorno, cambian la forma de ver y de afrontar la vida, y la relación con la naturaleza.

"Todo peregrino sufre una profunda transformación; no necesariamente cristiana. Todo el mundo se plantea preguntas fundamentales para las que encuentra respuesta durante su peregrinaje", asevera el antropólogo.

Mandianes asegura que ejecutar el Camino es soportable porque a medida que se avanza, el cuerpo gana en resistencia física. "Lo realmente duro –asegura– es el mimetismo, hacerlo en soledad profunda, contigo mismo, la naturaleza y el otro, la sea Dios, la persona o el animalito".

Al resurgir del Camino –según Mandianes, la ruta de peregrinación de Occidente más popular, por encima de las otras dos: Roma y Jerusalén–, también ha contribuido el auspicio de instituciones como el Consejo de Europa y la propia Xunta de Galicia. "Santiago fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1993. ¿Por qué? Por la necesidad de Europa de buscar y conectar sus raíces comunes más allá de las fronteras. Estas raíces se encarnan en grandes personajes como el Apóstol Santiago, San Patricio, San Miguel, San Jorge y Carlomagno, que tienen una base histórica aunque estén mitificados. Y de todos, el más popular es Santiago", explica el antropólogo.

"El camino del peregrino" está estructurado en tres partes bien diferenciadas. En la primera, Mandianes aborda al ser humano como viajero; en la segunda, expone las raíces de la peregrinación a Santiago, y en la tercera y última, recoge las confesiones y pensamientos de los peregrinos. La obra incluye también una guía del Camino de Santiago en catorce etapas, con los enclaves más relevantes, aunque no es la descripción su principal eje.

"Este libro está centrado en la espiritualidad del Camino y en la peregrinación buscando una espiritualidad que te ponga en contacto con el más allá o el más acá, con Dios o consigo mismo o el otro", explica el antropólogo del CSIS, autor también de "Las serpientes contra Santiago" y "Peregrino a Santiago, viaje al fin de mundo", también sobre la ruta a Compostela.

Algunos de los testimonios que recoge en su último título son de peregrinos con quienes conversó en la primera peregrinación que Mandianes realizó en 1994, y que relatan lo que para ellos supuso este viaje interior y lo que aprendieron de él.