A Núñez Feijóo, José Blanco y Mariano Rajoy no les compensó ayer el brindis de los tres primeros toros de la tarde: la pitada de las peñas que se oyó a continuación de cada dedicatoria casi puso nerviosos a los matadores. Tal vez sea que la afición acusa la sobredosis de polémica sobre la fiesta, así que no es extraño que una de las frases más repetidas en la tarde fuese "más toros y menos política".

Ayer la plaza era un buen ejemplo de lo que critican las peñas; el ministro José Blanco y el presidente del PP, Mariano Rajoy encabezaron sendas comitivas políticas: el socialista en la barrera del tendido 6 (con el delegado del gobierno en Galicia, Antón Louro y destacados miembros del PSOE gallego) y el popular acompañado de otros cargos de su partido como el conselleiro Rueda o el presidente provincial, Rafael Louzán, en el palco de la Diputación.

Tanto Blanco como Rajoy (que lamentó que en España "se prohíben demasiadas cosas") tuvieron palabras de apoyo para la fiesta de los toros y se mostraron contrarios a la abolición.

Fue uno de los gestos (y de las imágenes) más esperados del verano tras la prohibición en Cataluña y de hecho pasada la primera bronca las peñas agradecieron la presencia política con aplausos.

Tampoco faltó ayer en la plaza la ex ministra Ana Pastor, que presenció la corrida desde el callejón y la sorpresa la dio Jaime Martínez Bordiu. El nieto de Francisco Franco tampoco quiso perderse la tarde de "victorinos" y asistió a la lidia desde una barrera, puro en ristre y muy bien acompañado.

Varios alcaldes de la provincia (caso de José Crespo, de Lalín) y el general de la Brilat, José Antonio Alonso, también aprovecharon la tarde del domingo para despedir la feria.

La lidia fue el colofón a un intenso fin de semana de tertulias y debates alrededor de la fiesta, encuentros como el que protagonizaron a mediodía veteranos aficionados con los empresarios de la plaza y el ganadero Victorino Martín. Ellos también echan en falta "más toros y menos política".