Científicos gallegos han utilizado la membrana amniótica humana para reparar lesiones del cartílago articular humano, muy difíciles de curar por su baja capacidad de autorreparación, según un estudio que publica la revista científica "Cell and Tissue Banking". Esta terapia celular supone una solución clínica para la osteoartritis, la forma más común de artritis, cuyo tratamiento farmacológico y quirúrgico sólo tiene efectos paliativos. Además, el amnios –membrana que cubre la cara fetal de la placenta formando la superficie externa del cordón umbilical y constituyendo la capa más externa de la piel del feto– es un tejido anti-microbiano, anti-angiogénico y anti-tumorigénico que reduce la inflamación y el dolor, al tiempo que mejora la cicatrización, y además no presenta respuesta inmune por lo que su trasplante no implica riesgos en el paciente.

"El objetivo del estudio era evaluar la utilidad de la membrana amniótica humana (MAH) criopreservada como soporte para reparar lesiones de cartílago articular humano, que posee una capacidad de autorreparación muy limitada", explica Francisco J. Blanco, principal autor del estudio y director del equipo de investigación de enfermedades musculoesqueléticas del Instituto de Investigación Biomédica da Coruña (INIBIC).

Los resultados del estudio revelan que la MAH criopreservada es útil como soporte para cultivar condrocitos humanos en terapia celular y reparar lesiones de cartílago humano. "Ya se están haciendo implantes, aunque sólo de células, para reparar deficiencias localizadas del cartílago. La novedad de este estudio es que está dirigido a la artritis, que presenta todo el cartílago dañado, empleando la membrana amniótica, sobre la cual se han cultivado condrocitos (células que forman parte del tejido cartilaginoso)", explica el director del estudio.

Los investigadores cultivaron los condrocitos, aislados de cartílago articular, sobre la membrana amniótica durante cuatro semanas. Las membranas amnióticas se emplearon para desarrollar 44 modelos de reparación de cartílago articular artrósico humano in vitro, que se valoró entre cuatro y dieciséis semanas después. Aunque el artículo que publica la revista se refiere al estudio in vitro, Blanco añade que también se ha experimentado en modelos animales. "Los resultados en éstos son también esperanzadores, lo que nos permite pensar en diseñar un modelo para el ensayo clínico en humanos", adelanta el científico.

El empleo de condrocitos diferenciados es una opción terapéutica útil para la reparación de lesiones del cartílago articular. Pero el implante de estas células tiene limitaciones, ya que muchos pacientes quedan excluidos por la ausencia de condrocitos sanos y además esta técnica supone un daño añadido a la articulación.

"El trasplante de condrocitos cultivados en diferentes ´andamiajes´ naturales o sintéticos se emplea hoy en la ingeniería tisular del cartílago. La MAH ha adquirido gran interés en los últimos años, sobre todo en el campo de la medicina regenerativa", concluye el investigador.