Ferran Adrià, desde esta semana el segundo mejor cocinero del mundo, anunció ayer en Barcelona una "revolución" en 2014 con la apertura del nuevo Bulli. "Esta revolución supondrá un nuevo modelo creativo de la cocina de vanguardia, porque el modelo futuro ya no podrá ser sólo como se estaba haciendo ahora", añadió.

A aquellos que se sientan decepcionados porque El Bulli haya dejado de ser el primer restaurante del mundo en el ránking anual de "Restaurant Magazine", Adrià les alienta: "En pocas semanas volveremos a ocupar portadas de revistas y diarios".

Recuerda que "entre los diez mejores chefs del mundo, hay ocho ´bullinianos". La Universidad Politécnica de Valencia aprobó ayer nombrar al chef catalán doctor honoris causa, decisión de la que se enteraba el cocinero durante la reunión que mantuvieron grandes chefs con el alcalde barcelonés para difundir la marca gastronómica Barcelona.

"Ser los segundos de algo en el mundo es la repera. "Lucharemos para que la cocina catalana y española sea la más creativa", añadió.

Arzak

El chef Juan Mari Arzak, de "Arzak" afirmó ayer que para llegar a ser uno "de los grandes" profesionales de la gastronomía mundial es necesario "ver el mundo con ojos de cocinero".

Arzak explicó que él observa todo lo que le rodea de esta manera, lo que le permite, por ejemplo, imaginarse un "bombón de tres colores" cuando pasa por delante de un semáforo, y que los cocineros que deseen llegar a este nivel también tienen que ser capaces de "pensar como un niño", y tener miles de ideas en un sólo día. En su opinión, para evolucionar en la cocina, primero es necesario ser un "buen técnico".