Las inmersiones protagonizadas por buceadores deportivos en las Rías deVigo y de Pontevedra están deparando muchas sorpresas a la Armada española. Tras el verano de 2008,y también en el transcurso de una salida organizada por el Club de Buceo Ons, los submarinistas aficionados localizaron parte de la munición que llevaba a bordo el patrullero francés Barsac, que naufragó en enero de 1940 al oeste de la isla de Onza (archipiélago de Ons) con 45 tripulantes de los que 18 fallecieron. Después de que los deportistas informasen a las autoridades del hallazgo, los buzos de la unidad militar especializada de Ferrol estuvieron durante más de una semana rastreando la zona indicada por los deportistas, de unos 400 metros cuadrados de extensión y entre 8 y 12 metros de profundidad. El grupo militar –integrado por seis buceadores– encontró rápido lo que estaba buscando. En concreto, y según la relación oficial remitida entonces a este periódico por la Armada española, sacaron a la superficie 16 proyectiles de 105 milímetros con espoleta; una caja de munición con seis proyectiles de 40 mm.; 2 proyectiles de 20 mm.y 2 casquillos de 40 mm.con pólvora. En su comunicado, la Armada anunciaba que esa abundante munición sería trasladada a los polvorines de Mouga, ubicados en su base de Ferrol"para su destrucción definitiva". Lo que no revelaba en su nota es que todos estos proyectiles, que permanecieron más de medio siglo en unos fondos donde faenan muchas embarcaciones de pescadores profesionales, estaban cargados y activos.A los colonos de Ons no les sorprende esta confirmación. Recuerdan la explosión accidental registrada en una de sus playas al manipular una caja de munición del Barsac.Sin embargo, todo se quedó en un susto.