Icono de la contracultura, Joan Baez llenó ayer el Centro Cultural Caixanova. "Reina de la canción protesta", su paso por Vigo coincide con la concesión de la Orden de las Artes y de las Letras de España a la trayectoria de la cantante. Presentaba su último disco, Day After Tomorrow (2008), en el que cuenta con la colaboración de músicos de la talla de Tom Waits o Elvis Costello. Como puede comprobarse en sus declaraciones, medio siglo sobre los escenarios no consiguieron acabar con la apuesta de Joan Baez por la defensa de las libertades civiles y el pacifismo.

La cantante apareció en el escenario ataviada con traje negro, camisa con volantes blanca y, cómo no, acompañada por su guitarra acústica, que tocó en buena parte de las canciones que interpretó durante el concierto. Lo anunciaba ya al principio: "Muchos años, muchas canciones... Canciones viejas, canciones nuevas...".Y así fue durante toda la actuación.

Distendiday amena

Los nuevos temas de Day After Tomorrow se mezclaron con los antiguos. "The Lily of the West" (tema con el que abrió el concierto) o "Diamonds and Rust" se enhebraron con los frescos, como "God is God" o "Day After Tomorrow". Distendida y amena en las presentaciones y empleando en ocasiones un castellano correcto, en el marco íntimo de su música se concentró la expresión reivindicativa de la cantante. Arropada por la sonoridad country de los músicos que la acompañaban (entre los que se encontraba John Doyle), las pretensiones de contestación y denuncia de la cantante se difuminaron en la nostalgia de su voz, los arpegios de la acústica y la evocación de un pasado "hippy" hoy sinónimo de lo "naïf".

Las huellas de ese añorado pasado pueden escucharse en el uso melancólico del sitar en las versiones de estudio de "Henry Russel´s last Word" o en "Scarlet Tide". Además de los guiños a autores como Bob Dylan en el repertorio de la cantante durante el concierto, la complicidad con un público entregado a la emotividad del concierto llegó con la interpretación de algunos temas en castellano como "La llorona" o "El preso número 9" o "Gracias a la vida".

La afamada cantante norteamericana se atrevió también con Leonard Cohen, al versionar la canción "Suzzanne", pero el momento más emotivo se vivió con la interpretación del "Adiós ríos, adiós fontes" de Rosalía de Castro. El público cantó entonces, entregado, haciéndole los coros a la legendaria artista, y le regaló al concluir este tema el aplauso mñás caluroso de la íntioma veleda.

Tras el archiconocido tema "Blowin´in the wind", con el que han bailado numerosas generaciones, el público se puso en pie para despedir a la cantante, que volvió a salir al escenario para interpretar otros de sus conocidos temas, terminando la sesión de bises con "Angel Band".

El ciclo Xacobeo Importa ofreció su vena más nostálgica con el concierto de la mítica Joan Baez, que tras sus conciertos en Barcelona y Burgos, acaba su tour por la Península en Gijón el día 7.