Quedan 58 días para la Exposición Universal de Shanghai 2010, en la que participarán más de 168 países y 30 organizaciones internacionales, y el pabellón de España va recubriéndose poco a poco de mimbre. Tras varias semanas de trabajo sobre la ondulante estructura del futuro pabellón de España en la Expo de Shanghai, que se celebrará en la ciudad china del 1 de mayo al 31 de octubre, la fachada del ya conocido como "pabellón cesto" está cada vez más revestido de mimbre.

Artesanos de diversas comunidades han sido los encargados de entrelazar el mimbre –con 300 tipos de fibras vegetales derivadas sobre todo del álamo y el sauce– en forma de paneles del conocido como "pabellón cesto", que estos días ensamblan trabajadores chinos y que darán forma al pabellón español. El recinto, de 8.500 metros cuadrados, estará dividido en grandes patios, en forma de cestos, que huyen de la usual apuesta por la caja contenedora de líneas rectas.

Más de 8.200 paneles de mimbre recubrirán completamente el exterior del pabellón español, en una combinación de referencias al pasado y al futuro que, según explicó la nueva comisaria del proyecto, María Tena, encaja con la temática de la Expo. "Son materiales muy tradicionales colocados sobre tecnologías nuevas, es un juego entre el pasado y el futuro que conecta mucho con el tema de la Expo ("Una ciudad mejor, una vida mejor", sobre urbanismo sostenible) y con el de nuestro pabellón: "De la ciudad de nuestros padres a la ciudad de nuestros hijos´", señaló Tena.

El arquitecto chino He Jingtang, autor del imponente pabellón de China, el edificio más emblemático de la Expo, destacó que el pabellón español es "muy especial" por su uso del mimbre, que "además de ser ecológico, integra muy bien la tradición de España con la de China".

Tena aseguró que se eligió este proyecto del estudio Miralles-Tagliabúe porque incluye en la fachada "un material que, al mismo tiempo que es cálido, es sostenible, es bellísimo, tiene una capacidad de manipulación y de adquirir formas distintas que da muchísimo juego en arquitectura y en el arte también". En ese sentido, los paneles, teñidos en varios tonos distintos de color marrón y combinados entre sí, sugieren "la sintonía, la unión de los pueblos" que compartirán en la Expo sus experiencias de desarrollo urbano sostenible.

Según adelantó su arquitecta, Benedetta Tagliabue, los colores del pabellón probablemente evocarán caracteres chinos como "ri" ("sol") y "yue" ("luna"), aunque el efecto de rayas oscuras que se empieza a adivinar en su fachada ya ha sido comparado por la prensa china con una "piel de tigre". Se espera que la fachada de entrada al edificio, que se verá reflejada en la cubierta de cristal que se está construyendo justo enfrente, la del pabellón de Bélgica, esté completamente cubierta para mediados de este mes, y que el pabellón esté finalizado a finales.

"La parte más potente y difícil del pabellón, que era toda la estructura, ya está lista, y ahora queda terminar de revestir el edificio y poner dentro toda la tecnología para mostrar los contenidos y los espectáculos", sintetizó la comisaria de la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI).