El sacerdote Manuel Espiña Gamallo, canónigo de la Colegiata de Santa María del Campo, fue enterrado ayer en la localidad pontevedresa de Cerdedo, donde había nacido hace 72 años. Espiña, que falleció el pasado domingo, se hizo célebre por ser el primer sacerdote en oficiar una misa en lengua gallega junto con su compañero José Morente, hecho que se produjo en 1966 y que le valió la obtención del premio Pedrón de Ouro dos años más tarde.

Además de por su defensa inquebrantable del idioma gallego, Espiña se destacó en su labor pastoral por la renovación del mensaje de la Iglesia ya desde los tiempos de la dictadura franquista, lo que le hizo correr serios riesgos con la jerarquía eclesiástica. En el año 1972 puso en marcha en A Coruña la comunidad cristiana Home Novo, con un marcado carácter progresista y que le enfrentó con la ideología defendidapor el Vaticano.