Abbey Road, el estudio discográfico que los Beatles encumbraron hasta lo más alto y convirtieron en un lugar mítico, es ya patrimonio nacional. El Gobierno británico declaró este martes lugar histórico a este santuario musical que queda blindado así ante cualquier intento de venta o reforma.

Desde la semana pasada se vienen sucediendo las informaciones que apuntan que EMI iba a vender los míticos estudios. Y aunque hace un par de días la discográfica ya anunció públicamente que el edificio no saldría a la venta. Pero ahora, con la decisión del Gobierno británico las instalaciones de Abbey Road no modificar su fisonomía y estructura.

La ministra de Cultura británica, Margaret Hodge, declaró el icónico lugar edificio de Grado II -la segunda categoría- por recomendación del organismo nacional de preservación English Heritage. En un comunicado, añadió que la declaración se había otorgado "abrumadoramente por el mérito histórico de los estudios" y por su "gran importancia cultural".

El nuevo estatus significa que aunque pueden hacerse cambios en el interior, cualquier alteración propuesta deber respetar el carácter y conservación del lugar. "Es una prueba tanto de la importancia de la música en la vida de las personas como de la pasión que este tipo de tema despierta, y ese es el motivo por el que ha generado tanto interés la amenaza posible al futuro de Abbey Road", dijo Hodge.

Beatles y Pink Floyd

Abbey Road se convirtió en sinónimo de los Beatles, que grabaron casi todos sus álbumes y sencillos allí, entre 1962 y 1970. Pink Floyd también usó los estudios para sus discos de finales de la década de 1960 y mediados de la siguiente.

Todavía hoy los turistas posan habitualmente en el paso de cebra que cruza Abbey Road y que aparece en la portada del disco de los Beatles del mismo nombre. De hecho, uno de los máximos activistas para que Abbey Road fuera declarado patrimonio histórico fue el ex beatle Paul McCartney.