La caída de un 15% este año en los presupuestos para la investigación empieza a ser un lastre duro de arrastrar para los miles de científicos que tratan de hacer carrera renovando, cada año o cada dos, su beca o contrato, mayoritariamente, en los departamentos universitarios que desarrollan proyectos de I+D. El descenso de la inversión, tanto en el ámbito estatal como en el comunitario, ya es visible en la renovación de contratos y en el recorte del gasto diario de los equipos de investigación.

Jóvenes investigadores de todo el país han convocado una jornada de huelga para el próximo día 6 de marzo en Madrid bajo el lema "Investigar es invertir en futuro". Precarios Galicia (integrada en la Federación de Jóvenes Investigadores) y la Asociación de Investigadores Parga Pondal encabezan la iniciativa gallega (junto a otros cuatro colectivos del país) en la movilización que preparan para el próximo mes en la capital.

"El recorte se nota hasta en las herramientas de trabajo. Manejábamos revistas y ciertas bases de datos a las que ahora no tenemos acceso. De comprar equipos ya nos olvidamos por completo; imposible proponerlo. Dentro de poco nos racionarán el pegamento y los bolígrafos. Eso lo percibes en el día a día, pero lo peor es la incertidumbre de no saber qué va a ser de tu puesto, de tu contrato. Se te acaba en unos meses y no sabes si vas a poder continuar. En 2010 se terminan los fondos europeos para el Plan INCITE de Galicia, que es el que nos permite ir haciendo carrera, de beca en beca, o de contrato en contrato. No sabemos lo que va a pasar, porque la situación en cada comunidad es un mundo", explica Beatriz Blanco, de la asociación Precarios Galicia.

En su situación están más de 6.000 jóvenes en la comunidad autónoma, según los últimos datos del observatorio gallego de la ciencia (más de 2.000 vinculados a la Universidad de Vigo, alrededor de 1.000 en la de A Coruña y más de 3.000 en Santiago). En el conjunto de España se acercan a los 40.000 aunque, según admiten los afectados, "como nos movemos por numerosas convocatorias de distintos organismos no existe un censo global que refleje nuestra realidad". Para Salomón Aguado, portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadores, "la realidad es tan frustrante que te quita las ganas". Tras seis años investigando, tuvo que abandonar su tesis porque no logró renovar su contrato. "Da igual que lo hagas bien o mal, que te tires miles de horas de más para avanzar o lo que sea. Al final, no se tienen en cuenta los méritos", critica Aguado.

"Ha habido un severo recorte en las asignaciones reales a la investigación que se ha querido maquillar con la oferta de créditos, sobre todo orientados a empresas y que, evidentemente, tienen una contrapartida económica. Los retrasos y la negligencia en la gestión de las convocatorias de ayudas y contratos están a la orden del día, con la inestabilidad y la precariedad que eso supone para miles de investigadores", argumentan las organizaciones que convocan la huelga. Para Aguado, otro de los problemas añadidos son las diferencias entre las comunidades: "Cada autonomía tiene sus iniciativas. Al final es imposible equiparar y homologar proyectos o experiencia". Los investigadores exigen al Gobierno "una apuesta decidida por la ciencia, con recursos para afianzar las carreras de los jóvenes, teniendo en cuenta "la profesionalización y el mérito científico". "Creemos que es necesario un pacto de Estado similar al de Educación, para hablar de ciencia a largo plazo", concluye Salomón Aguado.