Los actores Luís Tosar --galardonado recientemente con el Goya-, María Castro, Martiño Rivas, Isabel Risco y Carlos Ares protagonizan la nueva campaña en defensa del gallego en los centros educativos, impulsada por la Coordinadora de equipos de normalización e dinamización lingüística.

Precisamente, la Coordinadora presentará hoy en Santiago dicha campaña bajo el lema “Orgullos@s do noso, orgullos@s do galego”, compuesta por dos vídeos que tendrán una “amplia difusión escolar y social” y en los que participan también el productor audiovisual Antón Reixa, la música Susana Seivane y la periodista Belén Regueira.

El acto tendrá lugar en el Hotel Virxe da Cerca a las 13.00 horas y contará con la presencia de miembros de los equipos de normalización e dinamización lingüística, además de los protagonistas de la campaña.

25 años y un día

Lo que es la vida, Luis Tosar podría no haber sido el ganador de tres premios Goya (entre otras cosas que no hubiera sido), ni estaría hoy presentando esta campaña si una enfermedad que padeció y relata en un reportaje hubiera progresado negativamente. Cuenta este gallego en un reportaje aparecido en “El Mundo”, que hace 13 años, cuando tenía 25 y soñaba con ser actor, sintió que todo se le venía encima. “Una mañana me levanté -relata-, me miré al espejo y vi que mi rostro había perdido su simetría; tampoco podía controlar los músculos y ni siquiera era capaz de lavarme los dientes porque babeaba. En cuestión de tres días, el 97% del lado derecho de mi cara se había paralizado”.

El ganador del Goya de este año por “Celda 211” padeció una parálisis facial periférica de orígen desconocido. “Un neurólogo me proponía cortarme el nervio trigémino; otros me decían que, a lo mejor, en un periodo de entre seis meses y un año (un plazo de tiempo que a mí se me hacía un mundo), podría recuperar la movilidad. Y todos coincidían en que, cuanto más tiempo transcurriera, más problemas tendría para recuperarme y no tener secuelas”.

Estaba hundido, declara Tosar, no sólo por su imagen sino, fundamentalmente, porque parecían cerrársele las puertas a su futuro. Y cayó en una depresión de la que le sacó un homeópata que halló en su búsqueda de soluciones. Reconoce el gallego que la homeopatía es muy controvertida y hasta que médicos amigos suyos oyeron su historia con escepticismo pero, un mes después, entre pinchazos, medicinas y masajes, estaba casi totalmente recuperado.

“Con el paso del tiempo -afirma Tosar-, una vez curado, creo que aquello se debió al estrés, al pluriempleo y, sobre todo, a que en aquel tiempo hacía muchos trabajos alimenticios, desde animador del público a sketches en programas de variedades, centrado únicamente en trabajar, trabajar y trabajar. Como actor, sí, pero de cualquier manera. Uno, a veces, es tan tonto o va tan rápido que no se da cuenta de dónde están las señales. Y mi cuerpo me lanzó una señal de que no iba por buen camino

¿Y cuál fue la parte positiva de tal experiencia? Declara el actor que le ayudó a reflexionar y supuso un cambio de chip: comenzó a adquirir otro compromiso con la profesión y a comprender que los personajes requerían más preparación, más disciplina.