No queda ningún hombre en "La Ponderosa". Ha muerto Pernell Roberts, Adam, el último de "Bonanza", una del Oeste que, desde 1963, marcó los primeros años de TVE conforme entraban los televisores en las casas. En Estados Unidos sus audiencias de 1964 a 1967 contradecían el incontestable declive del western.

"Bonanza" se inició en 1959 y murió, 421 episodios después, de un trombo embolismo pulmonar, el que tuvo el gigantón Dan Blocker (Hoss), tras una operación de vesícula. Fue la primera serie de una hora que se rodó en color pero en España tuvimos que esperar hasta hace 20 años, cuando la repuso Antena 3, para comprobar su cromatismo... y su muermo.

Después de su magnífica presentación con sintonía vaquerísima de Jay Livingston y Ray Evans (autores de "¿Qué será, será?") "Bonanza" –que tuvo episodios dirigidos por Jacques Tourner y Robert Altman– contaba la vida en el rancho "La Ponderosa", cien millas cuadradas, con una casa coquetona (una especie de casona rural con encanto en Nevada, a orillas del lago Tahoe), donde vivía el sabio Ben Cartwright con sus tres hijos, el serio Adam, el gigante Hoss y el impetuoso Joe, que eran medio hermanos. Ben había enviudado tres veces, siempre por la fortuna propia del Oeste salvaje: una a manos de los indios, otra de una caída del caballo... Estaban cerca de Virginia City, donde eran amigos del sheriff y del alguacil, y llevaban ganado a Medicine Bow.

La familia Cartwright

Los Cartwright, una anómala familia sin mujeres y con cocinero chino, fueron interpretados por cuatro tipos singulares. Pernell Roberts dejó "Bonanza" a los seis años, harto de llamar "Pa" a Lorne Greene. Era un treintañero que había hecho tumbas, había sido carnicero, guardabosques y marine, había triunfado en Nueva York con "Romeo y Julieta" y era un progresista que se enfadó con «unos guiones que perpetúan la banalidad y contribuyen a la deshumanización de la industria».

Para contentar sus inquietudes, los guionistas le pusieron a recoger firmas para un albergue que recogiera negros cerca de "La Ponderosa" y hubo tantas cartas de protesta que Roberts se convenció de que aquel no era su sitio para cambiar el mundo. Se fue a cantar country, alguna vez junto a Joan Báez, a sentarse al lado de Martin Luther King, a interpretar a Reth Butler en un musical de "Lo que el viento se llevó" a narrar documentales y a anunciar analgésicos. Murió hace una semana a los 81 años.

Su salida de la serie fue camuflada argumentalmente con una boda. O mujeres o "La Ponderosa". Los restantes actores se hicieron millonarios a razón de 10.000 dólares de entonces por episodio. La "Bonanza" que Roberts consideraba violenta y sexista tampoco contentaba a Lorne Greene (Otawa, 1915-California, 1987). "Papá Bonanza", con larga experiencia en la radio merced a su magnífica voz, que leyó los partes de entrada del país en la Segunda Guerra Mundial, bramó en un rodaje: "¿Es que estos jodidos guionistas no pueden hacer avanzar la jodida historia sin que alguien saque una jodida pistola?".

La serie derivó hacia las relaciones personales en combinaciones de Cartwrights tomados dos en dos (rara vez se veían implicados en una historia todos, aunque coincidían en alguna escena) y las galopadas eran viejas tomas que se repetían y esa era la razón de que vistieran siempre igual.

Cerrada "Bonanza", Greene fue voz de documentales, el primer amo del mandinga Kunta Kinte en «Raíces» y tuvo su último momento de gloria calzando botas espaciales en "Battlestar Galactica", serie y película, hoy de culto. Lo mató un cáncer de próstata. (Cotilleo: era suegro de Sam Reimi).

Dan Blocker, 1,91 metros y 136 kilos de texano, el preferido de los críos, máster de arte dramático, había sido actor de rodeos, gorila de bar y soldado en Corea. Entró en televisión por el ala Oeste: de "La ley del revólver" a "Cheyene", "Caravana" y "Bonanza". Seguidor de la Iglesia metodista libre, demócrata, amigo de Robert Altman, dueño de un edificio de apartamentos, de una granja con 800 cabezas de ganado y de una fábrica de coches de carreras que era su pasión, tuvo 4 hijos –luego artistas– y los envió a Europa para que tuvieran otra formación porque no le gustaba el rumbo que tomaba la guerra de Vietnam. Su muerte a los 44 años en una operación rutinaria acabó con "Bonanza", que terminó la temporada como pudo.

Michael Landon

El que más creció en la serie y más importancia tuvo en la historia de la televisión estadounidense –35 años de estrella en tres éxitos– fue Michael Landon, cuya carrera empezó de licántropo adolescente y terminó de ángel madurito, siempre con una dieta de alcohol mítica en el dipsómano Hollywood.

Nacido Eugene Orowitz, hijo de judío y de una irlandesa católica y abusona, sus habilidades deportivas como lanzador de jabalina salvaron sus malas notas como estudiante. Dos años antes de «Bonanza» protagonizó "Yo fui un hombre-lobo adolescente". Apenas se esperaba de él que supiera leer pero empezó a escribir guiones y a dirigir algunos episodios. Para la historia de la televisión ha quedado como guionista, director, productor y actor, consagrado de 1974 a 1982, con "La casa de la pradera", que se ambientaba exactamente cien años antes, la serie favorita de los canales religiosos. De la vida narrada por Laura Ingalls y de las penurias de aquella familia sufrida y meapilas que, al revés de los Cartwright, eran casi todo mujeres, supimos en España a lo largo de toda la transición. Le dio a Landon Emmy y Globos de Oro. La dejó en la decadencia y aguantó poco a su partida. Regresó en "Autopista hacia el cielo" con un ángel metomentodo llamado Jonathan Smith. Por poco tiempo. Los años de alcohol profundo le provocaron un cáncer de páncreas inoperable que lo mató a los 54 años en 1991.