Lleva más de veinte años "creando especies" a partir de su propia teoría evolutiva, a la que ha bautizado como de los diseños coincidentes o convergencia adaptativa, seres que conforman ya un catálogo de más de un millar de ejemplares, de los cuales 600 aparecen en la saga de ciencia ficción "El hombre del traje blanco", cuyo primer título, "El accidente", acaba de ser publicado (Anaya en castellano y Xerais en gallego). Crustáceos gigantes, antropomorfos con orejas puntiagudas o como trompetillas y cara similar a un reptil, vertebrados con cuatro ojos, anfibios de dimensiones colosales, entre otros, se pasean por las páginas de este universo literario, que no deja de ser una introducción para los no iniciados en genética a sus razonamientos sobre la evolución.

Y es que Herikberto M. Quesada (Ourense, 1958), que se considera ante todo "un creador de especies", centra tanto su faceta plástica como la investigadora en esta hipótesis, que no sólo explica el origen y la evolución de las especies en la Tierra, sino también en otros planetas. En el campo científico, este trabajo de dos décadas se traduce en "El libro negro", un ensayo inédito de 500 páginas, mientras que en el artístico, sus fabulosos seres protagonizan sus dibujos y acuarelas en series que engendra a partir siempre de especies terrestres, incluida la humana.

Paralelamente a ambos, gestó y desarrolló la historia de Bug, el protagonista de "El hombre del traje blanco", un niño gallego de 13 años que, junto a sus amigos, descubre una gran nave en medio del monte. De ésta ven surgir varios buzos que escoltan a una extraña criatura anfibia... Éste será sólo el primer descubrimiento de los chavales, ya que otras criaturas pueblan los bosques y mares gallegos. Enseguida entran en acción la CIA y el Gobierno ruso, que quieren hacerse con la tecnología del extraño humanoide.

Explica el artista y diseñador gallego, que durante la movida madrileña tuvo una importante presencia en el cómic, publicando incluso en Estados Unidos, que su afición por la ciencia le viene de pequeño. "Me encantaba salir al monte a observar insectos, reptiles y aves", confiesa.

Pero, ¿por qué comenzó a elucubrar cómo sería la vida en otros planetas? La respuesta se remonta también a su infancia. "Mis padres fueron víctimas de un experimento sociológico para saber la reacción del ser humano enfrentada a una civilización extraterrestre. Con 13 años escuchaba hablar a mi padre de los ummitas, con los que decía estar en contacto", recuerda. Quesada se considera un conejillo de indias de este experimento, aunque no por ello ha dejado de creer en la posibilidad de que exista vida en otros planetas.

"Estoy absolutamente seguro de que sí. Hay más de 15.000 millones de estrellas en nuestra galaxia, por lo que es posible que haya otros planetas similares a la Tierra. Lo que dudo es que hayan llegado hasta aquí porque las distancias son espectaculares", razona.

Tampoco cree que sus especies sean como las terrestres. "No pueden ser como los seres de Avatar, iguales que nosotros; es imposible. Mi teoría de los diseños coincidentes, basada en los últimos descubrimientos sobre genética, habla de un proceso de grandes similitudes, pero nunca igual", explica.

En "El hombre del traje blanco", Bug va creciendo hasta convertirse en un biólogo que adentra al lector en esta hipótesis. Según explica su autor, la historia arranca en "El accidente" de una "forma suave" y va complicándose a medida que avanza. "En las sucesivas entregas voy introduciendo la teoría de los diseños coincidentes; explicando que la vida en la Tierra es el resultado de una convergencia adaptativa", añade.

Su obra plástica también se nutre de esta teoría, que su autor espera ver publicada algún día. A partir de prototipos o reconvinaciones, que desde hace años realiza empleando programas como Photoshop, Quesada crea sus especies, que después plasma en sus cuadros y esculturas. "La naturaleza hace una selección natural; yo la hago artística", explica el creador ourensano.

Desde luego, de la especie que más orgulloso se siente es de la antropomorfa, seres creados a partir del modelo humano y que bien podrían ser los habitantes de una nueva Pandora. Quien sabe, a lo mejor algún día alguno de los títulos de esta saga llegue a manos de James Cameron y salte a la gran pantalla.