Ha superado ya el ecuador de su mandato. De los siete años de contrato como director del Museo de Arte Contemporánea de Vigo (MARCO), Iñaki Martínez Antelo ha cumplido ya el cuarto. En este periodo, ha logrado casi duplicar los visitantes.

-En 2008, el Museo logró su cifra récord, un total de 96.120 personas. En 2009, la cifra se quedó en 96.081. ¿Hay que conformarse con estos números?

-Estamos más o menos en nuestro límite. Tampoco necesitamos más visitantes. Un centro contemporáneo como el nuestro debe tener otros objetivos. Te sorprenderías con las cifras de visitantes de otros centros de arte contemporáneo de ciudades pequeñas o medianas en Francia o Alemania; quizás porque ellos no tienen las presiones que tenemos nosotros. Aquí, subir el número es casi una obsesión.

-Barbi le ganó el pulso a Sierra?

-Sí, la exposición de Jorge Barbi todavía no ha acabado pero sí tuvo más público que la de Santiago Sierra.

-Antes de la entrevista, comentaba que los visitantes a la exposición de Sierra invertían menos de 5 minutos en ella mientras que en la de Barbi se dejaban llevar hasta 20. ¿Cómo se interpreta?

-La exposición de Santiago Sierra era una exposición dura, difícil, una muestra que exigía del público más receptividad, entrar con una mente más abierta. O te dejabas llevar o tenías una reacción de alejamiento, de rechazo.

-¿Se siente decepcionado?

-No, decepcionado, en absoluto. Sabíamos que iba a ser una exposición compleja para el público porque era muy abstracta. Yo creo que lo que más podía alejar era el aspecto de las salas con luces apagadas, escombros, restos del montaje sin recoger. Eso era lo que chocaba porque todos estamos habituados a entrar en los museos y que todo esté todo limpio, colocado... Pero no deja de ser interesante que un artista como Sierra haya pasado por el MARCO haciendo una instalación especial para aquí y haya trabajado en Vigo.

-¿Qué destacaría de la programación del presente año?

-Vamos a seguir con exposiciones individuales y colectivas. Tendremos una colectiva de Candida Joffer. También sobre Virxilio Vieitez, en octubre. Estamos especialmente orgullosos de que la exposición de Barbi marche para la Fundación Gulbenkian de Lisboa; la de Virxilio Viéitez irá para la Fundación Telefónica de Madrid… Estamos exportando artistas e ideas. La exposición del concurso de nuevos comisarios bajará al museo de Lorraine de Francia.

-¿Seguirá habiendo proyectos ex profeso para el museo en el anexo?

-En febrero, inauguramos la exposición de José Dávila, artista mexicano, que cerrará el ciclo de “Puntos de encuentro”. Después, cambiaremos totalmente. Con unos artistas y un arquitecto realizaremos un proyecto de habitación de hotel en el espacio anexo. Allí, la gente se podrá quedar a dormir de manera que artistas, comisarios… que vengan a Vigo para conocer artistas, galerías… puedan quedarse ahí a dormir. Cambiamos radicalmente la filosofía del espacio. Se pondrá en marcha este año y no sabemos cuánto tiempo vamos a mantener, dependiendo de cómo marche la experiencia. Por otra parte, la gente que quiera experimentar el dormir en un “museo” lo pueda hacer, pero pagando.

-La trifulca en ARCO, ¿daña al sector?

-Desde luego, la imagen no es buena. Visto desde fuera parece que se pierde credibilidad, o parece un sector que seguimos peleando. Se está a un mes de la inauguración y se debía haber intentado solucionar las cosas antes.