El director ejecutivo de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, calificó ayer de "innecesariamente cruel" el trato recibido por parte de las autoridades danesas durante sus 20 días de prisión preventiva.

López de Uralde compareció junto a sus tres compañeros de la organización ecologista liberados anoche de la prisión de Copenhague en una rueda de prensa celebrada a bordo del "Rainbow Warrior", el buque insignia de Greenpeace.

El ecologista español reiteró que volvería a realizar "mil veces" la protesta que le condujo a prisión y defendió el "derecho democrático" de la sociedad civil a celebrar actos de protesta pacíficos para expresar sus demandas y ambiciones. "Si no es así, entramos en un túnel que nos aleja de la democracia", argumentó, y aseguró que ha sido la presión ciudadana internacional la que permitió que fueran puestos en libertad.

López de Uralde y otros dos activistas fueron detenidos durante la reciente Cumbre del Cambio Climático, después de que el 17 de diciembre se colaran en la cena de gala ofrecida por la Reina Margarita de Dinamarca a los jefes de Estado y de Gobierno y exigieran un acuerdo ambicioso contra el cambio climático. Un cuarto activista fue detenido días después. Fueron puestos en libertad el miércoles. pero pesan sobre ellos los cargos de allanamiento de morada, suplantación de la autoridad pública y falsificación de documentos.

El director de Greenpeace en España afirmó que está "muy tranquilo" acerca del futuro proceso judicial, para el que aún no se ha fijado fecha, pese a que la pena podría alcanzar hasta seis años de cárcel. Respecto a esto, los portavoces de decenas de organizaciones sociales de toda España anunciaron ayer que seguirán presionando para que liberen "de todos los cargos"

Señaló que los implicados en la acción de protesta sabían que era muy probable que se les arrestara pero aseguró que ha sido "absolutamente desproporcionado" mantenerles en prisión e incomunicados durante veinte días y la "falta" cometida.

López de Uralde calificó de "durísimas" las condiciones de su detención y sostuvo que no existe "ninguna justificación" por la que "en el siglo XXI en un país de la Unión Europea" se haya impedido a los activistas encarcelados "por una acción pacífica" realizar "ni una llamada", "tener un libro para leer" o "recibir cartas y correos electrónicos".

Una tragedia

Aseguró además que el fracaso político de la cumbre de Copenhague es una "tragedia" para la lucha contra el cambio climático y la supervivencia del planeta. "La última oportunidad se está desvaneciendo. Queda poco tiempo para actuar", lamentó".

El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó ayer que el director ejecutivo de Greenpeace en España puede seguir contando con "todo el apoyo" del Gobierno español, "respetando el Estado de derecho que lógicamente existe y se desarrolla en Dinamarca".

Con una camiseta con el lema "Greenpeace, activista climático", flanqueado por sus hijos y con los brazos en alto, Uralde llegó ayer a Barajas donde decenas de personas le esperaban al grito de "libertad" y los "políticos hablan y los líderes actúan".