Un hombre de 31 años falleció en Andalucía por complicaciones derivadas de una mutación del virus de la gripe A, la “D222G”, convirtiéndose en la segunda muerte en España por esta alteración del virus A/H1N1 detectada por vez primera en Noruega, según el último informe semanal de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III.

Este paciente, que no presentaba antecedentes médicos, acabó falleciendo por un fallo multiorgánico después de varias complicaciones, informa el sistema de vigilancia por Médicos Centinela, que sin embargo no precisa el momento del fallecimiento. No obstante, fuentes del Ministerio de Sanidad aseguraron ayer que esta mutación es “esperable” en función del comportamiento que cada año tienen los virus de la gripe.

Esta mutación ha sido detectada en otros países y, aunque su significación no está del todo definida, podría favorecer que el virus tuviera “más facilidad para infectar zonas más inferiores del tracto respiratorio”, informa la Red de Vigilancia en su último informe, relativo a la semana del 20 al 26 de diciembre.

La primera víctima mortal por esta mutación se anunció el pasado 4 de diciembre, detectándose en una mujer de 35 de Cataluña con patologías asociadas.

Además, a estos dos fallecimientos hay que añadir tres casos más de esta misma mutación del virus A/H1N1: una en un hombre de 31 años de Cataluña, que evolucionó sin problemas; una en Castilla-La Mancha en una mujer de 28 años y otra en Galicia en un hombre de 27 años, éstos dos últimos sin conocimiento de factores de riesgo y su posterior evolución.

La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica informa de más de 40 mutaciones de “D222E”, de la que el Centro Nacional de Microbiología (CNM) ha encontrado su presencia en 34 pacientes procedentes de Castilla-La Mancha, Ceuta, Galicia, Madrid, Melilla y Navarra. Además, Andalucía y Asturias lo han identificado en 6 y 1 casos respectivamente.

Este centro informa también de dos casos ya conocidos de virus resistentes a oseltamivir, el antiviral más utilizado para combatir la nueva gripe que Roche comercializa con el nombre de “Tamilfu”. Uno de ellos fue detectado en Cataluña en un hombre de 66 años y otro en una niña de 14 meses en el País Vasco, ambos con factores de riesgo. Tras ser ingresados en la UCI y ser tratados con oseltamivir durante cinco días, recibieron el alta.

Según explicó ayer el profesor José López Aldeguer, miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC), este comportamiento “no es inusual” y “no parece especialmente grave”, ya que las previsiones apuntan a que la temporada gripal va a seguir con “la misma intensidad que hasta el momento está demostrando en España”.

Vacunas sobrantes

El Ministerio de Sanidad estudia la posibilidad de donar o revender a países de la UE sin acuerdo con los laboratorios -como Polonia o Bulgaria- las vacunas de la gripe A que sobren tras proteger a los grupos de riesgo, como hace Francia con sus dosis sobrantes, según informó este departamento. Francia ya comenzó a hacerlo ayer.

Estas vacunas sobrantes podrían venderse a un precio inferior al pagado por Sanidad a sus fabricantes en el marco de una iniciativa de solidaridad con estos países europeos o bien donarse a países en vías de desarrollo, como propuso el presidente de EE UU, Barack Obama. Otras alternativas serían devolver e excedente a los laboratorios para que lo vendieran en farmacias, una opción que dependería de las compañías, ya que, según este ministerio, “podría no haber demanda”; o emplearlo para fabricar la vacuna de la gripe estacional de 2010.

España se quedará sólo con 13,5 millones de vacunas contra la gripe A de los 37 millones que encargó en un principio. De estas vacunas, 10 millones se destinarán a pacientes de riesgo -que han recibido ya unos 3 millones-- y 3,5 millones se guardarán de reserva estratégica “en previsión de cambios en la evolución de la pandemia”.