Un año después del primer centenario de José Otero Abeledo, Laxeiro, (Lalín, 1908-Vigo, 1996), la fundación encargada de velar por el legado del artista edita el catálogo universal de su obra, dirigido por Antón Pulido y coordinado por Javier Pérez Buján, director de la Fundación Laxeiro. Diez años de trabajo se traducen ahora en los tres tomos que componen este catálogo razonado y que, según Buján, constituye la obra "más completa jamás editada" sobre la obra del pintor lalinense, ya que incluye un total de 3.581 piezas.

Editado por Nova Galicia Edicións, los dos primeros tomos reproducen medio centenar de obras, seleccionadas por Antón Pulido, así como textos sobre la figura y el trabajo del artista que firman nombres de la talla de X. A. Castro, Antonio Bonet, Luis M. Caruncho y Román Pereiro y unas veinticinco piezas comentadas por especialistas en el arte del pasado siglo XX. El tercer volumen incluye la reproducción reducida de las 3.581 obras y un DVD en el que se clasifica cada una de ellas y que contiene una ficha técnica completa con la fotografía de la pieza, la fecha técnica, medidas, inscripciones, bibliografía y diferentes posibilidades de búsqueda.

El coordinador de este proyecto asegura que se trata de una obra de peso –y no porque pese 5,800 kilos–, de la obra más amplia editada hasta el momento sobre la obra de uno de los artistas gallegos más sobresalientes, algo que se debe, en buena parte, a la propia carrera del pintor, muy prolífica. Pero también el amplio legado que dejó el pintor es la causa del retraso en la edición de la obra, según su coordinador.

"Nunca pensamos que pudiéramos recibir tantas obras. Preveíamos la catalogación de unas 2.000 como mucho, pero al final han resultado ser 1.500 más", argumenta Buján.

Y es que Laxeiro siempre tenía dispuesto el pincel o el lapicero y fue siempre generoso con sus amigos, a quienes agasajaba con dibujos o cuadros de mayor o menor formato. Así, cuando la fundación abrió el plazo de recepción de obras para realizar el catálogo incluido en los actos organizados con motivo del centenario de su nacimiento, la respuesta de particulares que tenían alguna obra de Laxeiro se disparó. Había, sobre todo, que verificar que las piezas no fuesen falsificaciones... que las hubo.