Los sindicatos de enseñanza consideran “inviable” que todos los colegios gallegos puedan impartir asignaturas en inglés a partir del próximo curso, tal y como anunció el lunes el secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta, Anxo Lorenzo. Los docentes aseguran que ni los alumnos ni los profesores tienen un nivel adecuado del idioma para poner en marcha este proyecto y achacan la decisión del Ejecutivo autonómico a “una forma de desviar la atención” tras la manifestación de Santiago que reunió a 50.000 ciudadanos en defensa del gallego.

El principal problema que encuentran los sindicatos para llevar a la práctica esta iniciativa es la falta de formación del profesorado. “Estas asignaturas deben ser impartidas por docentes con doble perfil, es decir, especializados en una determinada área o materia y que además, tengan un nivel alto de inglés”, señala el portavoz de CCOO-Ensino, José Fuentes. Una idea que comparten desde la CIG, donde el secretario de Ensino, Xesús Bermello matiza: “El objetivo es que las materias se impartan íntegramente en inglés, no que alguien que chapurrea un poco se ponga al frente del aula”.

Las dudas surgen al analizar la actual plantilla. Las tres organizaciones sindicales (CCOO, UGT y CIG) consideran que Galicia no cuenta con suficientes profesores que reúnan estos requisitos. “Habría que ampliar la plantilla porque en la actualidad no hay docentes formados como para impartir clases bilingües en todos los colegios e incluso en aquellos donde hay algún profesor, no hay horas suficientes para que imparta todas las asignaturas”, señala Fuentes. “No es tan fácil decir voy a dar clases en inglés, hay que hacer cambios, reforzar las plantillas”, indica el secretario xeral de UXT-Ensino, Marcelino Brea.

La solución pasa por impartir cursos especiales para los profesores, algo que todavía -cuando ya hay 300 colegios gallegos que imparten alguna materia en inglés- no existe. “Si ni siquiera se han convocado -ni por el anterior Gobierno ni el actual- clases de refuerzo del gallego para quienes tienen que impartir su asignatura en este idioma, no creo que se hagan para el inglés”, indica Bermello. En cuanto a contratar a profesores nativos como una solución al déficit en Galicia, los sindicatos se muestran totalmente en contra. “No es una buena alternativa. Luego ocurre como en Valencia con Educación para la Ciudadanía que tenían al profesor nativo y a otro para traducirles”, señala Fuentes.

Pesimismo

Pese a mostrarse pesimistas, los profesores gallegos abogan por ampliar progresivamente el número de clases bilingües. “Es evidente que la formación en otro idioma es algo muy enriquecedor para el alumnado”, señala Brea. “Estamos totalmente de acuerdo con estas clases pero habría que modificar la forma de organizar las clases”, añade Fuentes, quien resalta: “Lo que sí que habría que garantizar es que todas las zonas cuenten con algún centro en donde hay secciones bilingües para que los padres puedan tener esta opción”.

“Las declaraciones de la Xunta son fruto de la improvisación, no acordes con la realidad del sistema educativo, para despistar y desviar la atención tras la marcha en favor de la lengua gallega”, señala Bermello. “No es más que una huida hacia adelante por el éxito que tuvo la manifestación en defensa del gallego”, añade Fuentes.