En contra de lo que pudiera parecer el tiempo primaveral de ayer no favoreció el arranque de la temporada de caza, sobre todo en cuanto al trabajo de los perros se refiere. El calor y el aire solano dificultaron las labores de rastreo de los canes, tal como pusieron de manifiesto los cazadores gallegos. Aún así, la mayor parte reconocía que la primera jornada había sido bastante provechosa en número de piezas cobradas.

También en el Tecor del Morrazo, que abarca los municipios de Moaña y Marín, la jornada fue provechosa. Sin embargo, Francisco Otero, secretario de la Sociedad de Caza de Bueu, aseguró que en los montes de este municipio escasearon las piezas. Por otra parte, en la provincia de Ourense, 9.000 cazadores se echaron al monte, en una jornada que calificaron de provechosa, aunque al igual que en el resto de la comunidad, el aire y el calor dificultó las capturas. Conejos y perdices fueron las especies que más cazaron los deportistas gallegos en esta primera jornada.

"Fixo demasiado calor para os cans, que non teñen sitios onde beber; ás catro ou cinco carreiras hai que deixalos descansar", valoraba Luis Nistal, presidente de la Sociedad de Caza de Lalín. "Aínda que non o pareza, o tempo non acompaña, co aire solano os cans non traballan ben", coincidía el recientemente reelegido presidente del colectivo de Silleda, José Antonio Pena.

Distintos cazadores de Trasdeza manifestaban que las condiciones meteorológicas sólo habían permitido trabajar en condiciones a los canes en las primeras horas de la mañana, antes de que se secase el rocío.

En lo que coincidieron todos los cazadores consultados ayer fue en resaltar los aceptables resultados en cuanto a piezas abatidas. Casi todas las cuadrillas portaban alguna pieza al cinto, sobre todo conejos, aunque también algunas liebres y perdices. Los aficionados de Vila de Cruces y Agolada ofrecieron un balance más negativo. "Aos cans costáballe moito levantar pezas, aínda que pola tarde mellorou algo a cousa", declaraba Manuel Camino, presidente del colectivo cruceño.

"Hai un mes había máis caza, pero xa estamos acostumados, todos os anos pasa o mesmo; en calquera caso, o mellor sempre vén ao pasar as primeiras semanas. O primeiro día aínda non sabes o recorrido da caza", explicaba José Calvo, de la sociedad cinegética de Rodeiro.

Los tecores (territorios cinegéticamente ordenados) disponen de cupos máximos por cazador y día, que suelen estar entre 2 y 3 conejos y 1 ó 2 perdices, amén de las 3 becadas (arceas) que establece la normativa general, aunque estas aves se empezarán a cazar cuando llegue el invierno. La caza de zorros suele congregar a pandillas estables que se dedican a ello casi en exclusiva en la zona de Lalín.