Los trabajos de excavación previstos en el paraje de Fuente Grande, localizado en el municipio de Alfacar (Granada), lugar en el que se cree que están enterrados los restos del poeta Federico García Lorca, se centrarán en seis posibles fosas. Aunque aún no se ha establecido una fecha concreta, se calcula que será la semana próxima cuando comiencen los trabajos. Previamente, será necesaria la instalación de una carpa metálica que ocultará 200 metros de superficie con el fin de preservar la "privacidad" del proceso.

A petición de la familia del poeta, en principio, no se exhumaran los restos de éste. La familia se ha reservado el derecho a identificarlo. Aún así no han hecho una petición formal ante la Consejería de Justicia y se buscarán los cuerpos de los que se cree fueron fusilados junto a él, debido a la petición realizada por la Asociación Granadina de la Memoria Histórica. Así, se exhumarán los cuerpos de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. También, a Fermín Roldán, inspector de tributos, y del restaurador granadino Miguel Cobo Vilchez.

Sin embargo, la Junta de Andalucía no atenderá la petición de Nieves García Catalán, acogida desde muy pequeña por los hijos del maestro Pulianas Diócoro Galindo, en tanto que no se resuelva el conflicto de intereses que mantiene con la familia Galindo.

Estos trabajos de excavación y exhumación que se iniciarán "de inmediato" en virtud del convenio suscrito entre la Consejería de Justicia, la Diputación de Granada, la Universidad de Granada, el Ayuntamiento de Alfacar, y la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica. Será esta última la que se encargue de coordinar las tareas en Alfacar. Por esta razón ha recibido una subvención de la Junta de Andalucía de un total de 60.000 euros.

Cuatro meses de plazo

Tal y como señaló ayer la consejera de Justicia, Begoña Álvarez, el plazo para la ejecución de las actuaciones, según está previsto en el convenio, es de cuatro meses. Eso sí, de momento no se ha podido concretar por cuánto tiempo se prolongarán: se trata de una cuestión "técnica". Así, los trabajos se han dividido en cuatro fases que se basarán en una investigación preliminar, la fase arqueológica o exhumatoria y la investigación forense. En último lugar, se iniciará la investigación forense que coordinará el director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.

Con este proceso todos los restos que sean hallados serán individualizados y, tras las tareas de identificación antropológica, a aquellos que hayan sido reclamados se les practicará otras pruebas científicas como el análisis del ADN. Todos los integrantes de los equipos que intervendrán en la excavación y en la exhumación han firmado un compromiso de confidencialidad, medida a la que se une, además de las carpa, la prohibición de uso de móviles u otros aparatos de grabación acústica o gráfica en la zona.

Este último apartado responde a una únicamente a una "precaución" que se ha querido tomar y que no obedece a ningún tipo de "presión" por parte de los familiares represaliados. De todas formas, Alvarez ha anunciado que se facilitará a todos los medios de comunicación una grabación oficial de los trabajos que se realicen.

Begoña Álvarez destacó que estos trabajos ayudarán a difundir "las causas nunca investigadas" de los asesinatos de la Guerra Civil "por las que tantos anónimos han pasado a la historia". Por otro lado, insistió en que la apertura de la fosa de Alfacar como "punto de partida" no tiene que ver con que "unos muertos sean más importantes que otros", sino más bien con su "importancia para la memoria histórica". "Aquí se reúnen los argumentos que usaron los asesinos para eliminar ideas, pensamientos y actitudes", afirmó.