A estas alturas, nadie puede enseñarle a los viticultores cómo se hace un buen vino, como reconoce la directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Alejandra Álvarez de Mon. No obstante, y como decía Delacroix, el artista debe inspirar a la perfección en todo lo que hace y la elaboración del vino hoy en día, a juicio de algunos, alcanza ya rango de arte. Sin embargo, muchas mejoras se gestan en los laboratorios, lejos de los viñedos.

Muchas veces estos avances no llegan hasta los cosecheros porque estos no saben ni que existen. O, al contrario, los investigadores desconocen en qué áreas pueden resultar útiles sus aportaciones. Para evitar que esto se produzca e impulsar el I+D+i en las bodegas, la Unión Europea ha decidido financiar el proyecto intereuropeo Winetech que será liderado desde Galicia a través del Instituto Galego de Calidade Alimentaria (Ingacal) y la Fundación Empresa-Universidade Galega (Feuga). Estos dos organismos se encargarán de supervisar y coordinar la cooperación "estable" con otras diez entidades de La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Alentejo y Región Norte (Portugal) y Languedoc Roussillon (Francia).

"Nadie duda de que los vinos que tenemos hoy no tienen nada que ver con los de hace diez o quince años", indicó ayer el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, que se encargó de clausurar las jornadas de presentación de Winetech. Eso no quiere decir que no existan todavía ciertas "carencias", según reconoció el titular de Medio Rural, que pueden empezar a solventarse gracias a estos treinta meses de colaboración que se encargarán de que "lo que hacen los investigadores llegue a los bodegueros y que los investigadores conozcan mejor cuáles son las necesidades de los productores y elaboradores del vino", explicó. Cercanía y coordinación serían las claves para que las "nuevas técnicas lleguen más rápido" al sector y este las aproveche cuanto antes.

En concreto, entre las cuestiones pendientes para el sector, Juárez mencionó como ejemplos el desarrollo de variedades "que se adapten mejor a las condiciones del medio", abonos, requerimientos fitosanitarios... "Hay poca intervención de los organismos de investigación en los avances que se producen y notamos esta carencia", concluyó.

Según explicó la directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Álvarez de Mon, la finalidad de la plataforma será potenciar la incorporación de la tecnología, mecanismos de análisis y procesos en función de las necesidades de cada bodega. En algunos casos, matizó, podrán decantarse por un refuerzo en la tecnificación del proceso de elaboración del vino, mientras que en otros, por mejorar el control de la trazabilidad de las uvas o incluso por incorporar nuevos materiales a envases o embalajes.

Pero para conocer qué necesitan los productores de vino es necesario preguntarles, por lo que en una primera fase del proyecto se realizarán encuestas y entrevistas a las empresas. Además, según Juárez, se elaborará un "inventario" de qué expertos investigan estos proyectos y qué tipo de ayudas se pueden obtener. "Se trata de que la información entre productores y investigadores fluya correctamente", subrayó.