Los sótanos de la vieja casa que alberga la Sociedad Argentina de Escritores (Sade) tienen mucho que decir. Los investigadores que habitualmente visitan estas dependecias continúan asombrados tras el hallazgo, hace unos días, de casi 1.300 documentos de autores clásicos como Valle Inclán, Rubén Darío y Alfonsina Storni. Se trata de documentos, cartas, manuscritos y textos originales que revelan nombres, fechas, sentimientos, amistades y rivalidades que aportan un nuevo rostro de algunos de los grandes escritores argentinos y latinoamericanos de principios del siglo XX. "Este bien podría ser uno de los descubrimientos más grandes de los últimos años", asegura Alejandro Vaccaro, presidente de la Sade. El presidente asegura que se quedó asombrado al descubrir entre aquellos papeles marrones "lo que creo que es el manuscrito original de ´La marcha triunfal´, de Rubén Darío... cartas autógrafas en inglés de Sarmiento, una carta íntima de José Hernández, autor de Martín Fierro, a su mujer...". Ahora comienza una larga labor de investigación para comprobar hasta qué punto estos textos inéditos son importantes para las biografías de sus autores.

Entre esos tesoros de papel amarillento y marchito que afortunadamente no se convirtieron en un festín para las ratas, se encuentra una carta de Ramón María del Valle-Inclán a su llegada a Asunción (Paraguay) el 21 de septiembre de 1910. Valle-Inclán cuidaba mucho su caligrafía, clara y firme. El escritor se alojaba en el hotel Hispano Americano y estaba algo molesto porque, nada más bajarse del barco, le habían robado la maleta. Pero aun así, la belleza del río le deslumbraba: "Paraná, qué río... no sé por qué no tiene tanta fama como el Nilo".

Este hallazgo demuestra la importancia que en su época debió tener la Sociedad Argentina de Escritores y que ahora podría recuperar. La abreviada reseña histórica de esta institución cuenta que fue creada en 1928, y que tuvo como primer presidente a Leopoldo Lugones, como vicepresidente a Horacio Quiroga y en la comisión directiva sumó a Enrique Banch, Jorge Luis Borges, Arturo Capdevila, Baldomero Fernández Moreno, Ezequiel Martínez Estrada, Pedro Miguel Obligado y Ricardo Rojas. Durante gran parte de su historia la Sade congregó a los principales autores argentinos del siglo XX en una activa participación política interna. Aunque, como advirtió Vaccaro, en los últimos años "cayó en una especie de descrédito" que llevó al endeudamiento y el saqueo de algunos libros de gran valor.