El último ingreso hospitalario de un paciente con enfermedad mental afrontado por la Federación de Asociacións de Familiares e Enfermos Mentais de Galicia ha sido el caso de una mujer que llevaba 22 años encerrada en la habitación de su casa en Noia (A Coruña). Sus padres, sopesando la idea de que podrían morir pronto por su avanzada edad comenzaron a temer por el futuro de su hija y decidieron pedir ayuda. Para el presidente del colectivo, Ramón Girón, se trata de una de las situaciones "decimonónicas" que siguen ocultas en la sociedad. De hecho, se estima que la mitad de las personas con un trastorno mental no reciben tratamiento para superar la dolencia.

Con motivo de la celebración este sábado del Día Mundial de la Salud Mental, los colectivos involucrados siguen demandando la eliminación del estigma social (etiqueta negativa) que empuja a muchos enfermos y familias a ocultar el trastorno.

Como novedad, además, solicitan que se dote de recursos a los puntos de Atención Primaria –donde se encuentran los médicos de familia– de manera que sólo se deriven a los hospitales los casos más severos. Recuerdan que "estudios realizados demuestran que la intervención temprana contribuye a la rápida recuperación además de suponer una mejor integración en la sociedad".

En un acto especial ayer en Vigo con motivo del Día Mundial, organizado por la Asociación de Ayuda al Enfermo Mental (DOA), la jefa de Sanidad de Pontevedra, María de los Ángeles Feijoo-Montenegro leyó el manifiesto de la conmemoración señalando que "el 15% de los españoles padecerá a lo largo de su vida algún problema de salud mental".

Desde Feafes, su presidente en Galicia defiende que algunos de estos enfermos pueden lograr una integración social y laboral "al 100 por ciento". Para lograrlo, las asociaciones realizan programas de rehabilitación e inserción incluyendo un "Inem" para este tipo de pacientes asís como pisos para su adaptación. En toda Galicia, las asociaciones asisten a 1.000 personas de las que 80 cuentan con trabajo estable.