Una experta en enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Julie Hall, emplazó ayer a los países ricos a mejorar su disposición para suministrar dosis de la vacuna contra la gripe A (H1N1) a las naciones más pobres, donde el virus está comenzando a extenderse.

Hall hizo un llamamiento a mejorar la preparación contra la nueva gripe en países en vías desarrollo, que tienen sistemas sanitarios más frágiles y poblaciones grandes y jóvenes, que son más vulnerables a la enfermedad.

La OMS, agencia sanitaria de la ONU, declaró la pandemia mundial en junio y estima que un tercio de la población mundial de cerca de 7.000 millones de personas podría contraerla. Hasta el 20 de septiembre, la gripe A (H1N1) había causado 3.917 muertes en 191 países, según cifras de la OMS.

Algunos países como Estados Unidos, Brasil o Francia ya han anunciado rebajar un 10 por ciento sus reservas de vacunas en favor de los países en vías en desarrollo. Los fabricantes han donado también cerca de 150 millones de dosis de la vacuna, pero aún se necesitan más esfuerzos, según David Nabarro, coordinador de la ONU para la lucha contra nuevas variedades gripales emergentes. "El desafío durante las próximas semanas es aumentar la solidaridad entre las naciones ricas y las pobres para garantizar que adecuadas vacunas estén disponibles", dijo.