La ONU, Cate Blanchet, Jane Fonda, Rigoberta Menchú, la reina Rania de Jordania, la Fundación Celta de Vigo, Viggo Mortensen, Pedro Almodóvar, Darío Fo, Adolfo Pérez Esquivel, Carlos Núñez, Teo Cardalda, Pedro Duque, Ana Belén, Penélope Cruz... son sólo algunas de las miles de personalidades y entidades que se han adherido a la Marcha Mundial por la Paz y no Violencia que arranca hoy en Wellington, Nueva Zelanda, y que durante tres mes recorrerá todo el planeta para convertirse en la voz de las víctimas de las guerras y exigir a los gobiernos medidas como el desarme nuclear, la firma de tratados de no agresión y la retirada de los territorios ocupados.

Vigo, como otras más de cien ciudades del mundo, se suma hoy, Día Mundial de la no Violencia, a esta iniciativa con un acto que se celebrará esta tarde en el Centro Social Caixanova y al que asistirán, entre ellos, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, y miembros de las más de sesenta organizaciones que colaboran en el ramal galaico-portugués de esta iniciativa, que transcurrirá desde Fisterra a a Lisboa, ciudad desde donde se unirá al equipo base de la marcha en Madrid para proseguir hasta Punta de Vacas (Argentina), donde finalizará el 2 de enero del próximo año. Una gaita representará a Galicia en esta Marcha Mundial. Los organizadores prevén que más de 1.500 personas se sumen a la marcha por Vigo.

"Es una iniciativa abierta a todo los ciudadanos porque todos somos responsables de lo que sucede cuando subscribimos las guerras y con ciertas actitudes cotidianas que se reflejan en una sociedad violenta", explicó ayer María Angela Gozza, de la delegación gallega de la Marcha Mundial por la Paz, quien añadió que la proclamación de no violencia incluye toda forma de agresión, desde el maltrato doméstico a la discriminación por raza, religión o sexo.

Según adelantó Gozza, en Vigo se han programado dos actividades con motivo dentro la ruta gallega: una marcha de relevos, el 18 de octubre, en la que participarán deportistas, miembros de ONG y sindicatos, y representantes políticos, y un festival de danza, el día 24, en el Centro Caixanova.

La pretensión de los responsables de la Marcha Mundial, que organizan más de 500 instituciones de los cinco continentes, es mostrar a los gobiernos que los ciudadanos están en contra de cualquier manifestación de violencia y presionar para que cambien determinadas políticas, como las que permiten el comercio de armas.

"Sabemos que es un proceso lento, pero los logros obtenidos en el año que llevamos preparando esto nos han sorprendido en positivo, como que el presidente Obama, aunque no se ha adherido, haya colgado en su web documentos nuestros", aseguró Gozza.