Antonio Manuel Rivas, un joven de 31 años de A Pobra do Caramiñal, se recupera en el hospital de Conxo (Santiago) de la brutal paliza que recibió el pasado fin de semana por defender a una mujer de las agresiones de su marido. El agredido ha sido sometido a varias operaciones en su rostro y podría incluso perder la visión del ojo derecho. Los médicos que le atienden no saben aún si el joven sufrirá alguna secuela.

La agresión se produjo en el domicilio de la joven, Sara C.C., de 21 años y camarera de un bar del municipio, hasta donde Antonio Manuel Rivas la acompañó a eso de las cinco y media de la madrugada del domingo al lunes. El joven se encontraba en el bar donde trabaja Sara C.C. en el momento en que ésta iba a cerrar. Fue entonces cuando la mujer le comentó que había discutido con su marido, J.A.S.M., y que tenía miedo porque supuestamente la había amenazado. La joven le pidió entonces que la acompañase a casa, a lo que accedió el joven.

Al llegar al domicilio de la pareja, J.A.S.M. comenzó a discutir y a pegar a la joven y fue entonces cuando Antonio Manuel Rivas intercedió para evitar que continuase golpeándola. Como consecuencia, recibió una paliza que lo dejó inconsciente y tuvo que ser trasladado al hospital, donde ingresó con múltiples heridas.

Aunque el estado del joven no reviste peligro y permanece consciente, sufre importantes lesiones en todo el cuerpo como consecuencia de los golpes recibidos. A causa de la paliza, el joven pobrense recibió cincuenta puntos en la boca, ha perdido dos dientes y sufre una grave lesión en el ojo derecho que le ha provocado una pérdida de visión y otra importante en el tímpano derecho, así como contusiones en el pecho y en los genitales. Además, tuvo que ser sometido a una operación de urgencia de nariz, para la que los médicos emplearon los huesos de sus pómulos.

La joven a quien acompañó el agredido desmintió a los informativos de Televisión de Galicia las primeras noticias sobre la terrible agresión y que apuntaban a una relación sentimental entre ambos, lo que habría desencadenado la reacción violenta del marido, y aseguró que el joven es un cliente del bar donde trabaja y que sólo se ofreció a acompañarla a casa.

Orden de alejamiento

Como consecuencia de la paliza, Sara C.C. presenta una rotura en uno de los tobillos. La joven explicó a TVG que tras la mediación de Antonio Manuel Rivas consiguió zafarse de su agresor y pidió ayuda a un vecino, que fue la persona que llamó a la Guardia Civil, siempre según el relato de la joven.

Hoy tendrá que declarar en el juzgado de Ribeira el supuesto agresor, sobre el que recae una orden de alejamiento. Sara C.C. no oculta su miedo porque no cree que su marido, con quien tiene un hijo de dos años, respete esta orden de alejamiento. La joven asegura no sentirse segura y señala que su deseo es poder abandonar A Pobra para alejarse de su pareja.

Este caso recuerda al del profesor gallego Jesús Neira, que sufrió un coma tras la paliza que recibió cuando salió en defensa de una mujer que estaba siendo víctima de malos tratos por parte de su pareja, en Madrid hace algo más de un año.