Los transexuales gallegos que decidan cambiar de sexo tendrán que seguir pagando de su bolsillo la operación que les permita dar este importante paso. Sanidade asegura que Galicia no financiará las operaciones de cambio de sexo. "Ni está en la cartera de servicios ni hay previsión de que lo vaya a estar", indican desde la consellería que encabeza Pilar Farjas. El Sergas asegura que desde que el nombramiento del nuevo gobierno "no se ha autorizado ninguna operación de cambio de sexo ni se ha recibido ninguna petición".

Queda así cerrada indefinidamente una puerta que abrió la anterior legislatura, que había iniciado la búsqueda de un hospital de referencia, dentro o fuera de la Comunidad, para ocuparse de las demandas de intervenciones que presentasen los transexuales gallegos. La anterior conselleira, María Xosé Rubio, había exigido al Parlamento que la cirugía de reasignación de género estuviera incluida en las prestaciones de la sanidad pública. También reclamó que los fondos para costearlas vinieran del Gobierno central.

La asociación de transexuales de Galicia, Trasgaliza, se ha mostrado "indignada" por este "plante" del gobierno "del que ni siquiera hemos sido informados", asegura Laura Bugallo, presidenta de esta organización. "Nos quieren negar unos derechos fundamentales y nos descatalogan como patológicos", lamenta Bugallo, cuya asociación participa en la campaña mundial "Stop patologización", que tiene como objetivo que el Trastorno de Identidad Sexual sea eliminado de las listas de trastornos mentales y, de esta manera, avanzar en el combate a la patologización y estigmatización de las identidades transexuales y transgénero.

Operaciones en Galicia

"Las primeras reuniones en las que tratamos el tema de la financiación fueron en 1998; han pasado once años y seguimos en el mismo punto", critica. La reivindicación de Transgaliza es "conseguir que las operaciones se financien y se realicen en la propia Galicia, porque mucha gente no tiene los medios económicos para trasladarse y porque tenemos constancia de que hay profesionales y técnica adecuada para ello; lo que falta es voluntad".

En Galicia residen alrededor de 40 transexuales y la asociación asegura que no todos quieren operarse. "Como mucho habría un par de operaciones al año, por el presupuesto, que es la excusa que siempre nos han dado, no es tan cuantioso como pudiera parecer", argumenta Bugallo.

Desde hace más de diez años, las asociaciones de transexuales reclaman que la sanidad pública española costee el cambio de sexo, al ser tratamiento de un trastorno de identidad sexual que les causa graves problemas psicológicos y, además, acarrea todavía rechazo y hasta marginación social. Sin embargo, por el momento no están recogidas en el Sistema Nacional de Salud y tan sólo dos comunidades, Andalucía y Cataluña, decidieron financiarlas. La sanidad andaluza fue la pionera y cubre operaciones de este tipo desde 1999. El Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga concentra la mayoría de las intervenciones.

Por su parte, el Clínico de Barcelona es el otro hospital públicos autorizado donde se practican estas intervenciones con cobertura plena de la Seguridad Social desde 2008. Hasta el momento han realizado unas 25 operaciones de cambio de sexo, todas en adultos. En la mayoría de los casos –15– eran de varones que deseaban ser mujeres, frente a 10 mujeres que querían ser varones.

Tener la apariencia acorde a la identidad sexual resulta muy caro si se busca en clínicas privadas. Las intervenciones cuestan entre 15.000 y 30.000 euros, aunque el coste sería menor en un centro público. La operación más cara es la que convierte el clítoris en un pene, que cuesta unos 5.000 euros.