Los teléfonos no dejan de sonar en la casa de los abuelos paternos de la recién coronada Miss Universo 2009, Stefanía Fernández. El móvil, el fijo y el timbre son una constante en la residencia de Emilio y Celia, situada en Saiáns (Vigo), desde que su nieta, Miss Venezuela, fuera elegida entre 28 candidatas como la más bella del planeta. “Hace diez años que vivimos aquí pero emigramos a Venezuela en el 56, cuando en Galicia se comían algarrobos”, comenta bromeando Emilio.

Aquellas penurias del pasado han dejado paso al orgullo que siente el matrimonio por su descendencia y, sobre todo, por su nieta Stefanía, de tan sólo 18 años. “A Venezuela emigraron muchas personas de distintos países que se fueron mezclando”, señala Emilio.“Y el mestizaje hace que la gente sea más guapa”, concluye. Ahí radica la belleza de Stefanía, nacida en la ciudad de Mérida (estado de Barinas), y cuya madre es mitad rusa, mitad polaca; mientras que su padre nació en Nigrán.

Tanto Emilio como Celia reconocen que deseaban que su nieta ganase el certamen, aunque eran conscientes de la dificultad que suponía que la anterior Miss Universo, Dayana Mendoza, fuera venezolana. “La gente podía pensar que si Stefanía ganaba igual había tongo, pero con su triunfo quedó claro que quien se lleva la corona es la que reúne las mejores condiciones”, declara orgulloso el abuelo. El matrimonio también coincide en afirmar que Stefanía “no partía como favorita” pero con su cultura general, “en la que no le supera nadie” -apunta Emilio- se impuso a las otras cuatro finalistas, procedentes de Kosovo, Australia, Puerto Rico y República Dominicana. Fue con esta última, Ada Aimee, con la que Stefanía compartió nervios segundos antes de que el jurado hiciese pública su resolución en la gala, que tuvo lugar el pasado domingo en Nassau (Bahamas).

Logro histórico

Y su triunfo le valió para “hacer historia en su país”, como ella misma afirmó después del certamen, ya que es la primera vez en sus 58 ediciones, que una Miss Universo cede su corona a una compatriota. Venezuela se convirtió así en el primer país que triunfa en la gala durante dos años consecutivos, sumando un total de seis títulos desde la creación del concurso y situándose en segundo lugar en número de premios, después de Estados Unidos.

Viendo la repercusión que ha tenido su coronación, Emilio recuerda que “por seis días casi no pudo competir por Miss Venezuela 2008, como representante del estado de Trujillo” puesto que Stefanía cumplía 18 años el día 4 de septiembre y la gala se celebró el día 10. Antes de esa gala, participó en Miss Táchira, donde ocupó el segundo lugar.

Sin embargo, la joven ya apuntaba maneras desde pequeña. “Siempre fue muy coqueta. La primera vez que vino a Galicia tendría unos 10 años y ya le gustaba ponerse los zapatos altos de su madre con los que desfilaba por la casa”, comenta Celia. Cuatro años después regresaría a Saiáns, pero esta vez para quedarse tres meses. “La última vez que vino la llevamos a ver el río Sil y le gustó mucho, continúa. “También comió mejillones en O Grove y siempre recuerda ese viaje como inolvidable”.