El ayuntamiento de Bristol dio hoy a conocer parte del contrato firmado con representantes de Banksy, que nunca se reunió personalmente con los comisarios de la muestra, pero que sí participó personalmente, protegido en su anonimato, en el montaje.

La información facilitada no incluye el valor por el que fueron aseguradas las piezas expuestas, las cláusulas sobre el coste de organización de la muestra ni el nombre de los representantes, para proteger información privada o sensible comercialmente.

"Lo hacemos porque dar a conocer estos datos podría poner en peligro el anonimato del artista, que es crucial para sus intereses comerciales, y porque tenemos que mantener la confidencialidad de los acuerdos contractuales especiales entre el artista y el ayuntamiento", añadió el consistorio en un comunicado.

"Definitivamente, esta es la libra que mejor ha gastado el ayuntamiento en su historia", dijo el vice-alcalde de Bristol, Simon Cook, ya que la exposición, que se podrá visitar hasta el próximo día 31, ha sido un gran éxito de público, con colas kilométricas prácticamente a diario para ver las obras del grafitero.

Además del pago simbólico de 1 libra, Bansky -multimillonario por la venta privada de sus obras-, exigió a las autoridades que eliminaran todas las imágenes que grabaron las cámaras de vigilancia de circuito cerrado durante el montaje de la exposición.

La masiva presencia de cámaras de vigilancia en las ciudades británicas es uno de los temas habituales de denuncia del artista, una de cuyas obras más famosas es un mural de 7 metros de altura en un edificio de Correos de Londres titulado "One nation under CCTV" (Una nación bajo las cámaras de vigilancia).

El mural muestra la citada leyenda junto a varias figuras: un niño subido a una escalera que pinta la frase y un policía, acompañado por un perro, que fotografía al pintor.