El “paso adelante” que el Gobierno español pretende dar eliminando los símbolos religiosos de los colegios públicos ha sido recibido de distinta forma por sacerdotes y asociaciones de madres y padres de alumnos en Galicia. De un lado, una parte de las voces consultadas dan su respaldo a la medida anunciada por el ministro de Justicia, Francisco Caamaño; por otro lado, otras voces muestran su rechazo total.

Por supuesto, también se da una postura de cautela como la defendida por el encargado de la Enseñanza Religiosa Escolar del Obispado de Tui-Vigo, Juan Rodríguez Ubeira, quien señaló que “no voy a opinar sobre un ‘se dice’ que a lo mejor sólo es un globo sonda. Cuando haya un decreto, entonces sí daré mi opinión. De momento, no hay nada. El Gobierno, primero, debe explicar qué va a hacer”.

Rodríguez Ubeira, no obstante, recordó que “aún sigue vigente el acuerdo Iglesia-Estado que establece que los símbolos religiosos deben estar en las escuelas. En caso de querer retirarlos, tendrían que dialogar con la Conferencia Episcopal”.

Quien sí tiene su opinión formada al respecto es el presidente de la Asociación de Directores de Colexios de Vigo, Alfonso Guitián, quien señaló que “las escuelas públicas son laicas y no tiene ningún sentido tener símbolos religiosos en ellas. De hecho, en las escuelas públicas prácticamente no hay ningún símbolo religioso ya. La escuela pública es aconfesional y laica y no hay que imponer ningún símbolo religioso sobre otro”.

Con esta opinión, coincide el presidente de la Asociación de Directores de los Colegios Públicos de la provincia de A Coruña, Venancio Graña, quien reconoce que la normativa actual no es demasiado clara en este sentido y defiende que sean los consejos escolares de los propios centros quienes opten por hacer desaparecer, o no, la simbología religiosa de sus aulas.

Con más contundencia se mostró el presidente de la Confederación de APAS de Centros Públicos de Galicia (Confapa), Virgilio Gantes: “En ningún centro educativo español, ya sea público o privado, debería haber símbolos religiosos. Es increíble que, a estas alturas, tengamos que debatir este tipo de cuestiones, cuando la Constitución dice muy claro que España es un país aconfesional”.

Todas las creencias son respetables, pero para profesarlas ya están las iglesias y los recintos habilitados a ese efecto. El objetivo de la escuela no es dogmatizar, sino inculcar conocimientos”, señala.

Diferencia de pareceres entre los sacerdotes

El anuncio del ministro de Justicia de eliminar los símbolos religiosos de las escuelas públicas ha provocado también diferencia de pareceres entre los sacerdotes. El párroco José Ríos Gigirey considera que “los símbolos religiosos se deben mantener en todos los centros de enseñanza” ya sean públicas o privados. En esta línea, el sacerdote Antonio Rodríguez señala que “prohibir por ley los símbolos religiosos en los colegios es crear una polémica que no existe en la sociedad”.

Por contra, Luis Rodríguez señaló que “me parece bien que se adopte esa medida en los centros públicos porque los símbolos pueden herir sensibilidades”; mientras que el sacerdote y teólogo Andrés Torres Queiruga apuntó que “los símbolos religiosos forman parte de la cultura de los pueblos, por lo que se debería mantenerlos”.

Tamayo, a favor de la medida del Gobierno

El teólogo Juan José Tamayo solicitó ayer que los símbolos religiosos se mantengan fuera de la esfera pública para “garantizar” el carácter laico del Estado y alcanzar la igualdad entre religiones en España.

Juan José Tamayo ha calificado de “positiva” la ley anunciada por el Gobierno pues considera que en España “hay libertad religiosa”, pero “no es un Estado laico” ya que reconoce “privilegios” a la religión católica que las otras no tienen.