Muchos turistas no esperan al metro contando los minutos, sino admirando obras de arte, ya que las redes mundiales de este transporte se han convertido en un atractivo turístico más: en extensas exposiciones subterráneas donde hay incluso arte vivo.

"El arte en el metro es cada vez es más sofisticado. No hay duda de que se ha vuelto más crítico, moderno y experimental para llamar la atención de un público muy amplio y que muchas veces va con prisas", explicó a Efe el responsable de prensa de la agencia de arte neoyorquina Creative Time, Nicholas Weist.

Algunas ciudades encierran verdaderas joyas en el metro: la estación de Chamberí en Madrid, clausurada en 1966, se convirtió en estación-museo en marzo de 2008, y se pueden visitar sus instalaciones tal y como eran en el siglo pasado.

También en Madrid, la estación de El Retiro esconde una sala de exposición fotográfica: Expometro.

Estas estaciones rebosantes de contenido artístico ofrecen a creadores de todo el mundo un lugar idóneo donde exponer su obra.

"Arts for Transit", una rama de la agencia estatal de transporte de Nueva York, emplea a artistas (músicos, fotógrafos, escultores y pintores) para decorar y darle vida a sus estaciones.

"El mejor lugar para promocionar la obra de cualquier artista es donde vaya a verla más gente. Ese sitio muchas veces es el metro", comenta Weist.

Grandes diseñadores como Norman Foster (que diseño el Millenium Bridge de Londres y la Hearst Tower de Nueva York) han participado en proyectos como el diseño del metro de la ciudad española de Bilbao y el de la estación de Canary Wharf de Londres.

La estructura de hierro de la estación de Brin Station en Génova (Italia) fue diseñada por el creador del Centro Pompidou de París, el arquitecto Renzo Piano.

La estación multicolor de Olaias en Portugal es obra del famoso arquitecto portugués Tomás Taveira y un grupo de artistas. Juntos crearon una estación de espectacular estética modernista para la Expo'98.

Así, muchos turistas viajan ignorantes de lo que se van a encontrar en las profundidades del metro, topándose con verdaderas sorpresas.

Es el caso de estaciones como la de Montebello, en Lille (Francia), con sus peces multicolor, según explica a Efe Bruno Cappelle, de la oficina de turismo de la ciudad.

"En ciudades como Lille el diseño único de sus estaciones de metro son un secreto escondido que se convierte en un placer visual diario para sus habitantes y en un descubrimiento para los turistas", explicó.

Son más de 50 los metros del mundo que cuentan con una arquitectura y diseño únicos. La ciudad de Atenas tiene un museo subterráneo de arte inspirado en la antigua Grecia. La parada de la Acrópolis, por ejemplo, incluye una exhibición permanente con copias del Partenón y replicas de esculturas milenarias que se exhiben en el Museo Británico de Londres.

Berlín lleva a los transeúntes por un tour subterráneo puramente artístico, mezclando estaciones empapadas de modernismo, posmodernismo, "PopArt" y purismo con otras de inspiración histórica como la de "Märkisches Museum", cuyas paredes están salpicadas de historia en forma de murales.

El metro de Kiev tiene estaciones surrealistas, como la de Pecherskaya, a modo de nave espacial, mientras que las de Montreal están decoradas con cientos de obras de arte que llenan sus túneles, andenes y vagones.

En Estocolmo, la estación de T-Centralen fue diseñada en 1975 usando el techo de piedra natural para crear un cielo de trazados azulados.

Una estación de Río de Janeiro simula un viaje de exploración a las catacumbas, mientras en Teherán los andenes se caracterizan por un aire glamuroso gracias a sus paredes brillantes de colores metalizados. Sea donde sea, el arte se extiende por el subsuelo.