Playas, hoteles, restaurantes, zonas arqueológicas... Un destino ideal en el Caribe para relajarse a tope y olvidar los problemas y el ajetreo cotidianos. El adecuado para desconectar del trabajo... si no fuera por la alerta mundial generada por esta extraña gripe procedente de México y cuyo salto a Europa y resto del mundo trae en jaque la las autoridades sanitarias del orbe. Y a todos.

“No sentí miedo en ningún momento, pero está claro que ahora mismo no viajaría en el breve plazo a México”, sentencia Javier F.C., vecino de Redondela y con una profesión ligada al mundo científico. Así se presenta, con iniciales, sin foto y sin más pistas, a petición propia, debido a la alarma general suscitada por el brote vírico.

“Vamos, que mañana se ve mi foto en el periódico y se pueden creer que, por volver de México, puedo estar enfermo. No quiero que nadie me identifique”, explica el joven turista, de 27 años de edad.

Javier regresó anteayer de pasar ocho días de vacaciones en Playa del Carmen, a una hora de Cancún. En pleno Caribe mexicano. Poco tiempo tuvo para darse cuenta de lo que se cocinaba mientras, en lo que a alarma y medidas de prevención se refiere, en el Viejo Continente.

“Allí no noté mucha alerta. Casi no vi gente con mascarillas o guantes. Quizás a algún policía que otro. Poca cosa”, relata el joven. “Creo que en México DF, a dos mil kilómetros, la cosa era peor”, explica, antes de que se le comente que los dos primeros casos detectados en Escocia procedían precisamente de Cancún.

“¿Ah sí? Pues en México apenas noté el problema. Algún informativo vía satélite sí vi, pero estaba de descanso... En Barajas, en cambio, la cosa cambió bastante. Allí me sorprendió ver a la Guardia Civil con mascarillas y guantes”, destaca el joven redondelano, que ayer mismo ya regresó a su puesto de trabajo.

En el aeropuerto madrileño tuvo que cubrir un formulario explicando en qué asiento del avión cruzó el Atlántico y detallar si había sentido o no algún tipo de deterioro en su estado de salud. Todo tras un inquietante vuelo que realizó con una tripulación protegida ya por medidas profilácticas.

“Está bien que se empleen estas medidas de prevención. Yo lo veo correcto. No sabemos qué va a pasar”, opina el joven deslizando en sus palabras que su profesión está ligada al mundo científico. El problema surge cuando se le insiste en que acceda a ser retratado para ilustrar esta noticia. “Es que... No quiero que me identifiquen. Basta que la gente sepa que estuve en México de viaje para que lleguen a pensar que tengo esta gripe. No, no...”, razona, disculpándose por ello ante el informador.