El juzgado número 1 de Santiago ha condenado a tres meses de prisión a unos padres compostelanos por permitir que sus hijas faltasen a clase de forma continuada durante los cursos 2003 y 2008. La pareja, acusada de un delito de abandono de deberes inherentes a la patria potestad, también será sancionada con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo -presentarse como candidatos a cualquier proceso electoral del Estado- durante dos años y el pago de las costas del proceso judicial.

La sentencia considera probado que J.L.R.F y M.A.F.S “no procuraron ni pusieron conscientemente los medios para que sus dos hijas -que en la actualidad tienen 17 y 13 años- asistieran a sus respectivos centros escolares: el IES Antón Fraguas y el colegio Fontiñas de Santiago”. El fallo resalta que todos los padres “tienen unas obligaciones y deberes respecto a las menores en el aspecto educativo y formativo” y que estas niñas se encuentran el periodo de escolarización obligatoria.

El absentismo escolar de las dos niñas era muy elevado aunque las faltas de asistencia eran superiores en la hija mayor. La joven presentó un porcentaje de ausencias de entre el 70 y el 90% desde el curso 2003/04 hasta el 2006/2007, cifra que bajó al 45% en el año académico 2007/08. Por su parte, la hija pequeña cuenta con 305 faltas en su expediente: 116 durante el año 2003, 97 en 2004, 71 en 2005-06 y 21 al curso siguiente.

Conformes con la sentencia

Tanto los acusados como sus defensas se mostraron conformes con la sentencia y declararon que no piensan renunciar el fallo del juzgado compostelano.

El caso de estos padres gallegos no es único. La justicia española ha condenado a varios progenitores en los últimos años por negarse a escolarizar a sus hijos. La última sentencia de estas características se hizo pública el pasado 13 de enero cuando una pareja de Córdoba aceptó un año de prisión para cada uno por no matricular a su hija durante todo un curso escolar en ningún centro educativo y consentir faltas de asistencia de forma continua.

Al menos media docena de familias opta por educar a sus hijos en casa en la comunidad gallega, según la Asociación para la Libre Educación (ALE), que engloba a todos aquellos padres que no quieren escolarizar a sus niños. A nivel estatal, esta entidad calcula que 150 progenitores apuestan por este sistema de enseñanza frente al convencional.

La actual ley de educación no contempla este tipo de enseñanza y por ello, al existir un vacío legal, muchos padres que educan a sus hijos en casa acaban en los tribunales. Según la presidenta de ALE, Sorina Oprean esta situación sólo se da en España. “Este método educativo existe desde que existe el ser humano y está reconocido en toda Europa”, señala.