Los actores Carmelo Gómez y Hugo Silva son los protagonistas de “Agallas”, un “thriller” dirigido por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez que se desarrolla en el mundo de los grandes capos del narcotráfico en Galicia y que se presenta en la sección oficial a concurso del Festival de Málaga.

Sebastián (Hugo Silva) es un delincuente de poca monta que, al salir de prisión, busca trabajo en Galicia y se gana la confianza del dueño de una empresa, Regueira (Carmelo Gómez), que no ha hecho su fortuna sólo con el marisco, y que le convierte en su ayudante.

Carmelo Gómez ha admitido que, cuando recibió el guión, lo primero que pensó fue “que no harían la película, porque es una película difícil, de género, algo que no está de moda”.

También vio en Martín Mateos y Luque Pérez a dos hombres “que no quieren aparecer por ningún sitio, absolutamente discretos y normales”, pero que han conseguido sacar adelante el proyecto “hablando con el cielo y con el infierno”. Para Gómez, los directores son “gente con mucho gusto por este oficio, con ganas de hacer las cosas bien, y que podría ser la esperanza para un futuro del cine”.

De este papel le atrajo que “por fin” le ofrecieran “un personaje sin un conflicto interno”, en este caso “un personaje de acción que, cada vez que quiere conseguir un objetivo, tiene que hacer algo, y lo que hace es aquello que menos nos gusta”.

“La película no funciona con un protagonista heroico de acciones nobles que llega hasta el final y resuelve los conflictos, sino que hay varios protagonistas, que encima no son los buenos, y el espectador tiene que viajar con unos y con otros”, ha añadido Carmelo Gómez.

Por su parte, Hugo Silva ha comparado a su personaje con “un perro, que tiene una inteligencia emocional para sobrevivir, y no tiene empatía por el que tiene enfrente”.

Para construir el personaje se basó en gente que conoció en su niñez en su barrio e incluso hizo una visita a la cárcel “para ver a una persona concreta en la que está inspirado”.

Desde las primeras pruebas de reparto, Hugo Silva tuvo claro que quería hacer la película, “porque no hay guiones de este tipo en el cine español”.