Una enorme maqueta de la zona antigua de Valença do Minho es la admiración de toda persona que visita la exposición abierta en el Centro Interfederado de Remo y Piragüismo de Tui, en la ribera del Miño. Allí se muestran otras piezas realizadas por el artesano José Martínez Clotet, un murciano, jubilado del Cuerpo Nacional de Policía, afincado desde hace muchos años en Tui que, a lo largo del tiempo, ha evolucionado en este arte.

José ha sido capaz de ensamblar cientos de miles de piezas durante el año y medio de trabajo que supone la reproducción del casco antiguo valenciano, que mide cuatro metros de largo. Está junto a la que reproduce el centro histórico de Tui y la del antiguo puente internacional. “Es mi aportación al deseo común de que, algún día, Tui y Valença, junto con el antiguo puente, sean declarados Patrimonio de la Humanidad. Un gran reto que nos hace mucha ilusión y que esperamos se cumpla”, explica.

“Es la mayor maqueta que he realizado en mi vida, en dos piezas, para poderla sacar del interior de mi casa. He utilizado okume de tres milímetros de espesor, cola blanca, sierra de pelo y mucha lima y paciencia”, describe. Emplea una mezcla de colores de pintura acrílica para conseguir la sensación de granito y cartón ondulado para los tejados, luego tratado con resina para que no se deteriore. No falta el ajardinado, el arbolado, fuentes y hasta las viñas de fincas particulares que se ven en la maqueta de Tui.

Es meticuloso desde el principio. Se desplaza a la zona sobre el terreno para tomar notas y hacer los cálculos que necesita para elaborar un plano previo. “Desde lo alto de la muralla de Valença he dibujado la panorámica en un cuaderno y detalles de las casas. La mayor dificultad es acertar en las alturas, a la hora de hacer la maqueta, en casa”.

Ser fiel a la realidad es una de sus prioridades. “Reproduzco las casas, una por una. Si algún vecino de Valença quisiera ver su casa, la encontraría perfectamente”, afirma.

Clotet está muy agradecido por el trato que ha recibido a la hora de documentar su trabajo. “Me han dejado subir hasta al campanario de la iglesia y he estado en casas de particulares, como por ejemplo en la de Teixeira”.

La murallas de Valença muestran todas sus puertas y sus 180 troneras para los cañones. Además ha recreado con detalle las iglesias, el edificio de la Cámara Municipal, y hasta el del antiguo polvorín, junto a las decenas de calles, incluyendo las que están todavía en obras en Valença.

Otro tanto pasa con la maqueta del conjunto histórico de Tui, que puede pesar entre ochenta y noventa quilos y hecha en una sola pieza, por lo que la mueven entre cuatro hombres. Es una obra que realizó en 2004 y le ocupó dos años de su tiempo. Empleó igual detalle en cada rincón, patios, portales y acertó en el difícil tono del granito que predomina por doquier.

Clotet siente una especial debilidad por el antiguo Puente Internacional, realizado en el año 2000, antes de su remodelación, por lo que aparecen las antiguas cabinas de la aduana de Tui. No olvidó colocar el barco Cabo Fradera de la Comandancia de Marina, en el Miño, bajo el puente.

Reconoce este fantástico maquetista que la tarea no ha sido fácil. “Hay días en que las cosas salen bien, otros en que no, y hay que volver a repetir”. La perseverancia es clave. Por eso, las maquetas no tienen precio. ¿Cómo pagar tantas horas de esfuerzo y tesón? Aunque Clotet lo ve de otra forma: como una maravilloso y creativo modo de ocupar el tiempo de un jubilado inquieto y con un formidable talento.