-¿Cuales son los pasos previos antes de realizar una exhumación?

-Lo primero es localizar el lugar y saber si están allí. Para eso, se realiza un minucioso proceso de investigación en archivos, causas sumariales del ejército u otros documentos, y después nos ponemos en contacto con las familias para que nos firmen un permiso.

-Se sabe que en Aranga está la fosa común más grande de la comunidad gallega.

-Sí, era un lugar habitual de paseos. Muchos los mataban y los tiraban al río directamente desde el puente. Después algunos aparecían y se enterraban en la misma zona, algunos sin identificar, hay descripciones de médicos de la época en los que ponen “desconocido”. -¿Existen en esa fosa personas conocidas?

-Se sabe que hay tres guerrilleros que fueron Marcelino Rodríguez Fernández “Marrofer”, Lisardo Freijo López “teniente Freixo” y José Doldán, que fueron ejecutados en 1946. Y otro caso conocido de esta fosa es Mercedes Romero Abella... que también está allí, entre otras muchas personas fusiladas.

-Para abrir estas siete fosas se necesita necesariamente autorización del juzgado.

-Yo soy partidario, a nivel personal, de que si el juzgado no da autorización pero los familiares y la asociación están de acuerdo en presentarme en la fosa que sea y si tengo compañeros que me ayuden, excavar. Si aparecen unos restos tendremos que dar parte a la Guardia Civil y la fosa será judicializada a la fuerza. Si no quieren hacerlo de una forma hay que forzarlos a que se presenten allí. Si están los huesos allí, el juez dirá que hacemos. Lo lógico sería que se llamase al forense y se recogieran las pruebas necesarias.