"Esperemos que los gobiernos tomen las medidas adecuadas a través de ayudas sociales o por medio de repatriaciones voluntarias" para evitar esta situación, explicó Arias en una entrevista con Efe.

El director de Frontex vaticina que las dificultades económicas harán que "muchas personas que residen o han estado residiendo legalmente en la UE pasen a ser ilegales como consecuencia de la pérdida de sus contratos de trabajo".

"Si la crisis se mantiene de manera prolongada, podría darse esta situación de incremento de la delincuencia y algún tipo de desórdenes públicos", reconoce el responsable Frontex, donde se tiene en cuenta lo que puede suceder con los inmigrantes que ya están dentro de la Unión al analizar los efectos de la recesión en el ámbito de la inmigración ilegal.

Pero a pesar de la crisis que padece Europa, la emigración ilegal hacia la UE seguirá aumentando en 2009 a través del Mediterráneo central y del Mar Egeo, las dos rutas de entrada más importantes en la actualidad, mientras que las llegadas a las islas Canarias (España) continuarán la disminución ya registrada en 2008.

"Los problemas económicos sí reducirán el número de personas que llegan de manera irregular por vía aérea", la fórmula más cara y más afectada por el declive financiero.

Para Arias, "el verdadero problema para la UE es la frontera sur, a través del mar", la que además deja más muertes en el camino hacia el sueño de una vida mejor.

"No se pueden poner puertas al mar", lamenta, aunque sí se puede incrementar la cooperación con los países desde donde parten la mayoría de pateras y los cayucos, como Senegal, Mauritania y Marruecos, con las que las autoridades españolas mantienen patrullas mixtas de control.

"Esta cooperación ha frenado la llegada a las costas canarias", señala el director de Frontex, "con una reducción del 21 por ciento en el primer trimestre de 2009 en relación con el mismo periodo del año anterior", una tendencia a la baja que también se registra en el sur de la Península Ibérica.

A pesar de que la presión migratoria hacia las costas españolas es hoy menor, la Agencia no sólo mantendrá su dispositivo en el archipiélago canario, sino que además prevé reforzar este año su presencia en Andalucía y en el levante español, aunque en este apartado Frontex depende de la generosidad de sus miembros.

"Los Estados europeos responden a las necesidades de Frontex, aunque no lo hacen en la medida en que nosotros quisiéramos", puntualiza Arias, que señala que este año la institución dispone de un presupuesto de 88 millones de euros (115,5 millones de dólares), un incremento de más de 15 millones (19,6 millones) frente a 2008.

Pero la reducción de las salidas desde Senegal o Mauritania hace que en los últimos meses Gambia se esté convirtiendo en nuevo punto de partida para el éxodo hacia Europa, lo que alarga cada vez más el viaje de los emigrantes y, por tanto, aumenta los riesgos de la travesía a bordo de los cayucos.

Mientras, en el Mediterráneo central y en el Egeo se "dobló" la detección de ilegales durante 2008, un aumento que continuará este año, fundamentalmente en Grecia, donde se prevén "muchas llegadas tanto por la frontera terrestre como la marítima".

Y es que Grecia, el país a la cabeza de la UE en el número de ilegales interceptados, mantiene la frontera "más problemática de toda la Unión", la que le divide de Albania, donde en 2008 se sorprendió a 38.000 inmigrantes irregulares.

Una colaboración efectiva con Turquía y, sobre todo con Libia, "podría cambiar la situación de manera radical" y reducir considerablemente la emigración ilegal en el Mediterráneo y el Egeo, como ya ha sucedido en las Canarias, afirma Gil Arias.

Para el director de Frontex, este año vamos a asistir a un aumento de la inmigración ilegal protagonizada por menores de edad, pues "las mafias se han dado cuenta de que los menores son más rentables porque no son retornados".