Genio atormentado y suicida, drogadicto depresivo e inconformista, apasionado de la música y su familia, Cobain fue víctima de su propio éxito, infeliz en lo alto de su carrera se pegó un tiro tras inyectarse una sobredosis de heroína entre el 4 y el 8 de abril de 1994, si bien oficialmente se le recuerda el día 5.

"Hace años que no me emociono con nada; me siento culpable desde hace mucho tiempo", indicó el artista en una nota póstuma.

Su trágico final a los 27 años le consagró como leyenda después de una corta pero intensa carrera discográfica al frente del grupo Nirvana, que irrumpió en el panorama internacional con su segundo álbum, "Nevermind" (1991).

El grupo originario de Seattle, en el estado de Washington (EEUU), encarnó la esencia del desencanto desgarrado del "grunge", música que vino acompañada de un movimiento estético y en la que también se movieron formaciones como Pearl Jam, Alice in Chains o Soundgarden.

El libro del periodista estadounidense Greg Prato, "Grunge is Dead", que llega a las librerías de EEUU coincidiendo con el 15 aniversario de la muerte de Cobain, se encargó este año de rememorar este género musical que tiene sus raíces en los años 60.

La obra de Prato reconstruye la historia del "grunge" a través de 130 entrevistas realizadas a algunos de los protagonistas que pusieron voz y melodías a este rock alternativo.

Un género que volverá a sonar en directo el 10 de abril en Seattle, fecha elegida por los seguidores de Nirvana para rendir nuevamente un homenaje a la figura de Cobain mediante un concierto que interpretará la banda de Chicago "Nevermind", que versiona los temas del famoso grupo.

Nirvana debutó en 1989 con "Bleach", después vendría su primer triunfo "Nevermind" (1991), que popularizaría la canción "Smells Like Teen Spirit", en un himno para los adolescentes de la época.

En marzo de 1993 llegó "In Utero", título apropiado para un recién estrenado papá, como era Cobain, aunque éste quiso haberlo titulado "Me odio y quiero morir".

Un año después se realizó el conocido "MTV Unplugged In New York" y el grupo inició una gira por Europa, aunque tras 16 conciertos Cobein comenzó a sentirse mal y la canceló.

Al poco tiempo intentó suicidarse en un hotel de Roma ingiriendo 60 pastillas de un potente narcótico.

El referente de Nirvana se recuperó milagrosamente, sólo para intentarlo de nuevo, esta vez con éxito, en su residencia de Seattle después de haber pasado un tiempo en una clínica de rehabilitación en California.

En su nota póstuma citó las presiones de la fama, su permanente dolor de estómago y la tristeza por no ser capaz de disfrutar más de la música, como motivos para quitarse la vida, una tendencia suicida que ya había manifestado desde los 15 años, según el autor de su biografía "Heavier than Heaven" (2001), Charles Gross.

Antes de su fallecimiento, Cobain llegó incluso a barajar abandonar Nirvana para colaborar musicalmente con el grupo "Hole" de su mujer Courtney Love, pasarse a un estilo más acústico emulando a Johnny Cash o abandonar su carrera para dedicarse a la pintura.

A este arte dedicó parte de su vida, en ocasiones mezclando con los acrílicos su propia sangre, semen, cenizas de cigarrillos e incluso materia fecal para representar la muerte, la menstruación, la sexualidad, el cielo y el infierno o el embarazo de Love y el nacimiento de la hija de ambos, Francis.

Más allá de los gustos musicales, su talento ha demostrado ser rentable, incluso después de su fallecimiento.

Cobain llegó a liderar en 2006 la lista de artistas desaparecidos con más ingresos anuales que realiza la revista Forbes, por delante incluso de Elvis Presley, aunque el "rey del rock" volvió a dominar esta clasificación en las siguientes ediciones.