Se sienten hombres y ansían un físico masculino. Sin embargo, no quieren renunciar a la maternidad que les permite su naturaleza femenina. Son los hermafroditas del siglo XXI.

Thomas Beatie fue el pionero y dio a luz a una niña el pasado mes de junio. Rubén Noé sigue la misma filosofía y se convertirá en el primer padre que de a luz a gemelos.

Los médicos, las familias y los propios miembros del colectivo están en contra de estos dos peculiares “padres”. A los primeros no les parece ético; para las familias es una vergüenza social y los transexuales critican la “contradicción” en la que están cayendo sus colegas.

“Qué hay de malo en que, al menos una vez en la vida, los sueños se cumplan?”, plantea el futuro padre Rubén Noé, de 25 años, a todos sus detractores. En su DNI sigue apareciendo el nombre de Estefanía Jiménez Coronado. Rubén, que interrumpió el pasado mes de julio el tratamiento hormonal destinado a completar su cambio de sexo, se quedó embarazado hace nueve semanas mediante la inseminación artificial de un óvulo propio ya que conserva los órganos reproductores femeninos, con capacidad de ovular.

El joven transexual, natural de Jaén, afirma que, a pesar de su embarazo, está seguro de su identidad sexual y cuando hayan nacido sus hijos volverá al tratamiento hormonal y terminará el proceso de cambio de sexo.

El parto de Rubén será provocado y se adelantará a finales de septiembre, pero antes el joven contraerá matrimonio con su pareja, Esperanza, de 43 años, que tiene ya dos hijos de una relación anterior. “Quiero que ella sea legalmente la madre de mis gemelos”, concluye.

En el caso de este transexual español, su pareja, Esperanza, ya es madre de dos hijos por lo que, en principio, no parece tener ningún problema para concebir. Esto hace todavía más difícil y polémica la decisión de Rubén de ser él quien se quede embarazado.

Por el contrario, la mujer del canadiense Thomas Beatie no podía concebir por haberse sometida en el pasado a una histerectomía a causa de una enfermedad. “Si Nancy pudiera quedarse embarazada, yo no estaría haciendo esto”, aseguró Beatie. Tras dar a luz en junio a una niña llamada Susan, el pasado mes de noviembre anunció estar de nuevo embarazado.

¿La llamada de la maternidad o de la exclusiva?

El canadiense Thomas Beatie no tuvo ningún reparo en vender una morbosa imagen con prominente barriga y barba recortada a varias revistas. También apareció en el programa de la popular Oprah Winfrey para explicar con todo lujo de detalles su historia. Permitió incluso a la presentadora tocar su tripa para demostrar que no se trataba de ninguna broma e hizo partícipes a los miles de telespectadores de una prueba de ultrasonidos en la que se veía a su futura hija. Después vino la exclusiva del nacimiento de la pequeña Susan. Los beneficios se duplican porque vuelve a estar embarazado.

Rubén Noé parece ir por el mismo camino, una actitud que lleva a pensar si la fama tira más que la maternidad.