La muestra se complementa con un libro de gran formato con fotografías, planos y textos sobre las obras de Martínez Sanabria, nacido en Madrid en 1925 y fallecido en 1991 en Bogotá, adonde llegó de niño con sus padres españoles.

El arquitecto era hijo de Fernando Martínez-Dorrien, publicista y secretario del presidente Manuel Azaña, quien tuvo que exiliarse en París en tiempos de la Guerra Civil Española.

La familia de Martínez fue invitada en 1938 a Bogotá junto a otros republicanos por el entonces presidente de Colombia, Eduardo Santos, propietario del diario El Tiempo.

Fernando Martínez Sanabria terminó el bachillerato en la capital colombiana y a los 22 años se graduó de arquitecto en 1947 en la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo matrícula de honor.

Conocido por su amigos como "Chuli", Martínez Sanabria sería profesor de diseño durante cuatro décadas y, según los expertos, formaría con Guillermo Bermúdez y Rogelio Salmona el trío más importante de la arquitectura moderna en Colombia.

Además fue pintor, profesor, melómano, ilustrador de libros, descubridor de artistas y hombre de mundo, dueño de una enorme biblioteca y una gran colección de discos.

La exposición organizada por la Secretaría de Cultura y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), abre la nueva sede principal del Museo de Bogotá, situada en el barrio colonial de La Candelaria en la que fuera última residencia del virrey Juan Sámano.

El director del IDPC, Gabriel Pardo García-Peña, declaró a Efe que este "Homenaje a la vida y obra" del arquitecto pretende "reconocer la influencia que tuvo en la cultura de Bogotá y también reconocer la arquitectura moderna como patrimonio importante de la ciudad".

"Como ser humano tuvo unas características muy importantes", señaló Pardo.

Recordó que "Chuli" con Germán Samper, Hernán Viecco y Salmona tuvo la oportunidad de trabajar en París al lado de Le Corbusier, el maestro franco suizo Charles Edouard Jeanneret-Gris, de quien se hizo amigo desde su histórica visita a Bogotá.

El arquitecto también trabajó con el alemán Paul Lester Wiener y el español Josep Lluis Sert, que tenían un estudio en Nueva York y crearon en planes de ordenamiento urbano para Bogotá y el puerto colombiano de Tumaco, en la costa del Pacífico.

Fernando Martínez Sanabria dejó para la posteridad notables residencias y edificios en Bogotá, Barranquilla y otras ciudades colombianas.

Pero en opinión de los estudiosos, una de su obras cumbres fue la remodelación de la plaza mayor de Bogotá, el sitio histórico más importante del país.

En 1959 se convocó un concurso para la remodelación de la Plaza de Bolívar, con el fin de celebrar el sesquicentenario de la Independencia y el ganador fue el proyecto de Fernando Martínez y Guillermo Avendaño.

La nueva plaza, con cuyo adoquinado se logró salvar el desnivel del terreno, se inauguró el 20 de julio de 1960 y aún se conserva igual y sigue siendo el escenario de los principales hechos políticos, culturales y sociales.

Martínez también obtuvo una mención de honor en el concurso de anteproyectos para el Euro Kursaal, un centro turístico en la desembocadura del río Urumea San Sebastián (Guipúzcoa, norte español) y fue finalista en 1978 en otro para la biblioteca nacional Reza Pahlevi en Teherán.

El libro sobre Martínez Sanabria es obra del diplomático y periodista Alberto Zalamea, el arquitecto Fernando Montenegro y del editor Rodolfo Velásquez.

Zalamea revisa el epistolario de "Chuli" con Le Corbusier y con Josep Lluis Sert.

Velásquez se lamenta de "la devastación de muchas de sus obras que tuvo que presenciar en los últimos años de su vida", y que no perdonó siquiera su propia casa, sitio de tertulias intelectuales, que albergaba su descomunal biblioteca, y cuyo terreno espera turno para una torre de oficinas.