El protocolo en estos casos manda que los Obama no pueden ocupar su nueva vivienda en el 1.600 de la Avenida Pensilvania de Washington hasta el 20 de enero, y la tradición establece que cinco días antes la familia del presidente electo puede trasladarse a la residencia oficial de huéspedes, la Casa Blair, situada a escasa distancia de la Casa Blanca.

Michelle y Barack Obama decidieron apuntar a sus hijas, Sasha y Malia, a un colegio privado del Distrito Federal cuyas clases empiezan el próximo 5 de enero, por lo que el matrimonio necesita trasladarse a la capital días antes de lo previsto. Y aunque solicitaron a la administración saliente llegar unos días antes a la Casa Blair, la respuesta fue negativa.

Una portavoz de la primera dama, Laura Bush, explicó hace unos días que la Casa Blair, la residencia donde se suelen hospedar los jefes de Estado y de Gobierno invitados por la Casa Blanca, sólo podría estar disponible a partir del 15 de enero porque en los días previos había una serie de "acontecimientos previstos con anticipación" que no podían suspenderse.

Portavoces de Obama citados por el diario 'The New York Times' explicaron que más allá del inicio de las clases de sus hijas, el presidente electo necesita estar unos días antes en Washington para seguir preparando su plan de choque contra la crisis económica y asistir, entre otras cosas, a la constitución del nuevo Congreso, que también salió de las urnas el pasado 4 de noviembre.