Con estas palabras se dirigió a cientos de miles de personas, según los cálculos de la organización, que se concentraron en la plaza de Colón, en Madrid, en donde se celebraba la Santa Misa con motivo de la fiesta de la Sagrada Familia y en la que también participaron numerosos obispos de España, que escucharon como Rouco definió el aborto como una de las "lacras" más terribles de nuestro tiempo.

El cardenal aseguró que este año no habría ningún tipo de acto político y en sus palabras no se escuchó ninguna crítica al Gobierno, ni tampoco en las pancartas de los asistentes a la concentración. Sin embargo, Rouco habló en la Homilía de temas de actualidad como el aborto e insistió en su mensaje del año pasado e incidió en que el modelo de vivir en familia es el mismo que el que protagonizó la Sagrada Familia de Nazareth: "la posibilidad de vivir la familia en la integridad y belleza de su ser como comunidad indisoluble de amor y de vida, fundada en la donación esponsal del varón a la mujer y de la mujer al varón y, por ello, esencialmente abierta al don de la vida: a los hijos". Así, constató, que la celebración en la Plaza de Colón tiene como objetivo preservar "este modelo de la verdadera familia, cuya actualidad no pasa nunca".

"Estamos convencidos, por la gracia de Dios -la gracia que a todos se ofrece y que a nadie rechaza, a no ser que ella misma sea rechazada- de que no sólo es posible concebir, ordenar y vivir el matrimonio y la familia de forma muy distinta a la que en tantos ambientes de nuestra sociedad está de moda y que dispone de tantos medios y oportunidades mediáticas, educativas y culturales para su difusión, sino que, además, es la que responde a las exigencias más hondas y auténticas de amor y de felicidad que anidan en el corazón del hombre", aseveró.

Concretamente, aseguró que los niños "necesitan de sus padres". "Necesitan del amor de un padre y de una madre para poder ser engendrados, traídos al mundo, criados y educados conforme a la dignidad que les es propia desde el momento en el que son concebidos en el vientre materno: la dignidad de personas, llamadas a ser hijos de Dios", agregó.

El cardenal también tuvo palabras para la realidad del aborto. Al respecto señaló que "estremece el hecho y el número de los que son sacrificados por la sobrecogedora crueldad" de esta práctica, que calificó como "una de las lacras más terribles de nuestro tiempo tan orgulloso de sí mismo y de su progreso". Así, dijo a los esposos presentes, es un "reto formidable" vivir en la actualidad el matrimonio "como os lo pide la voluntad de Dios", dado que "la cultura del relativismo egoísta, del interés y de la competencia de todos contra todos, y la cultura de la muerte son muy poderosas".

CIENTOS DE MILES DE PERSONAS

Antes de iniciar su Homilía, Rouco saludó a las "familias venidas de todos los rincones de España, junto a las familias madrileñas" en nombre de los obispos y sacerdotes presentes y agradeció que respondieran a su invitación para celebrar "eucarísticamente" el día de la Sagrada Familia en la Plaza de Colón "lugar vinculado por tantos y tan memorables acontecimientos a la más reciente historia de la Iglesia en España". En concreto, según los datos de la organización, en la plaza de la capital se reunieron cientos de miles de personas que quisieron seguir 'in situ' esta celebración junto a una treintena de Obispos.

Ernesto, padre de siete niños, explicó que había venido desde Valencia en autobús junto a su mujer y cinco de sus hijos para celebrar "una eucaristía desde la fe de la familia cristiana", porque para los cristianos es "la institución básica de la vida", indicó. Además señaló que a pesar de la polémica la familia "no está en peligro" y aseguró que respeta "los nuevos tipos de familia", aunque hay una "cierta desvalorización".

El Ayuntamiento Madrid facilitó más de 125 agentes de policía municipal y de movilidad y 90 efectivos del Samur, así como un dispositivo del área de Medio Ambiente del Consistorio, integrado por 35 vehículos y 119 operarios, que velaron por la seguridad de los participantes en la Concentración. Además se cortaron varias calles de Madrid en donde se prohibió el tráfico hasta las 15.00 horas.