Las asociaciones de padres de alumnos de Galicia consideran que el plan de vigilancia policial desarrollado por el Gobierno estatal para evitar el tráfico de drogas en las inmediaciones de los centros escolares -puesto en marcha en 2006- ha resultado "un fracaso" ya que prácticamente la mitad de los jóvenes gallegos, de 15 a 29 años, reconoce que "es fácil" conseguir droga en su colegio, instituto o facultad, según el informe Xuventude Galega 2007, elaborado por la Xunta. "Es evidente que si los estudiantes hacen estas afirmaciones es porque algo está fallando. Alguien debe ponerse colorado y creo que deben ser los cuerpos de seguridad que se encargaban de que este plan se cumpliese", indica el presidente de la Confederación Gallega de APA de Colegios Públicos (Confapa), Virgilio Gantes.

El 46,6% de los alumnos cree que es sencillo conseguir sustancias ilegales en su centro escolar, frente al 34,2% que rechaza esta afirmación. Unas cifras que las APA consideran "alarmantes". "En principio, con la presencia de policías de paisano en las cercanías de los colegios se suponía que se iba a solucionar este problema. Pero los datos del estudio revelan que no es así y que algo falla", indica Gantes, quien añade: "Espero que esta iniciativa no fuera sólo un boom mediático".

Confapa apoyó en su momento la vigilancia policial en el entorno escolar para impedir que los menores adquieran fácilmente drogas y pese a todo, considera que esta debe ser la solución al problema. "Hay que retomar la vigilancia e incrementar el número de policías a la entrada de colegios porque no se puede tolerar ni un sólo gramo de nada cerca de los centros escolares. No se puede bajar la guardia ni un minuto", resalta Gantes. El programa, puesto en marcha por la Delegación del Gobierno hace dos años, consiste en la presencia de policías de paisano y uniforme cerca de los colegios así como su asistencia cuando desde la dirección del centro se les alerta del tráfico o consumo de estupefacientes en sus instalaciones.

Gantes asegura que los datos del informe de la Xunta son "una denuncia" de la propia juventud gallega, que llama la atención sobre un plan que creen "no ha servido para nada". "Junto a la policía, los directores de los centros que conozcan esta situación deben tomar cartas en el asunto", señala Virgilio Gantes aunque reconoce: "Muchas veces es difícil que los propios profesores se den cuenta del problema".

113 decomisos desde enero

El plan de vigilancia policial en los colegios, desarrollado por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, se saldó en los diez primeros meses de año con 113 decomisos de drogas, de los que 83 se produjeron en la provincia de A Coruña. Las fuerzas de seguridad del Estado detuvieron a cinco jóvenes por traficar con estupefacientes, entre enero y octubre de 2008, y denunciaron a otras 107 personas por tenencia o consumo de sustancias ilegales.