El Vaticano condena la clonación humana, la fecundación asistida, tanto la homóloga como la heteróloga, la congelación de embriones y de óvulos, la eliminación voluntaria de embriones, la píldora del día después y el uso de células madre embrionarias para la investigación.

Así lo dio a conocer ayer el Vaticano con la presentación de la instrucción "Dignitas Personae" ("Dignidad de la persona") en la que reitera su rechazo a las nuevas tecnologías biomédicas que no reconocen la dignidad de persona a "cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural".

A lo largo de sus 36 páginas, el documento reproduce los principales criterios enunciados en la anterior instrucción "Donum Vitae" ("El don de la vida") y afronta algunos de los interrogantes éticos que han surgido en los últimos años en el ámbito de la investigación científica.

En la introducción, el documento remarca que el reconocimiento de la dignidad de la persona en todas las fases de su vida representa "un gran ´sí´ a la vida humana" e insiste en que este principio "debe ocupar un lugar central en la reflexión ética sobre la investigación biomédica".

Los avances en el conocimiento de la vida humana y de los estadios iniciales de su existencia "son positivos y merecen apoyo cuando sirven para superar o corregir patologías y ayudan a restablecer el desarrollo normal de los procesos generativos".

Sin embargo, "son negativos" cuando "implican la supresión de seres humanos, se valen de medios que lesionan la dignidad de la persona o se adoptan para finalidades contrarias al bien del hombre".

Fecundación artificial

En base a estas premisas se afrontan algunas cuestiones relativas al problema de la procreación y a las nuevas propuestas terapéuticas que comportan la manipulación del embrión o del patrimonio genético humano.

El Vaticano rechaza cualquier tipo de fecundación artificial heteróloga -en la que la fecundación se obtiene a raíz de gametos procedentes de un donador distinto a los esposos- y también la homóloga - cuando los gametos proceden de los esposos- que sustituyen el acto sexual, ya que el embrión se convierte en un "producto".

En este ámbito, la instrucción denuncia el "número altísimo de embriones sacrificados" por culpa de la fecundación in vitro. Además, "son cada vez más frecuentes los casos de parejas no estériles que recurren a las técnicas de procreación artificial con el único objetivo de poder hacer una selección genética de sus hijos". Así mismo, este documento da al embrión la categoría de persona.

Con todo, el documento denuncia el uso meramente "instrumental" de los embriones y acusa a los investigadores que, "carentes de referencias éticas y conscientes de las potencialidades de progreso tecnológico", ceden "a la fuerte presión económica propia de este campo".

En cuanto a los millares de embriones congelados que suelen resultar de los programas de fecundación in vitro, el documento considera inaceptable su utilización para la investigación o usos terapéuticos.

Sin embargo, tampoco acepta ponerlos a disposición de esposos estériles o someterlos a una especie de ´adopción prenatal´, ya que supondría exponerlos a una situación de maternidad "subrogada" que la Iglesia tampoco aprueba.

El presidente emérito de la Academia Pontificia para la Vida, Elio Sgreccia, consideró que cualquier solución sería "corregir un error con otro error" ya que ningún remedio respeta la dignidad del embrión. En este sentido, "el mal ya está hecho" y el único camino sería dejar de practicar las técnicas que conducen "irremediablemente" al congelamiento de embriones, afirmó.

"Son en cambio admisibles las técnicas de fecundación artificial que se configuran como una ayuda al acto conyugal y a su fecundidad". En base a esto, la inseminación artificial homóloga sólo se puede admitir cuando "el medio técnico no sustituya el acto conyugal, sino que sea una ayuda para que éste alcance su finalidad natural".

La instrucción señala que el origen de la vida humana tiene su "auténtico contexto en el matrimonio y la familia, donde es generada por medio de un acto que expresa amor recíproco entre el hombre y la mujer".