Titulado "¿Derecho a morir?", el documental, que emitirá el canal Sky Real Lives, es obra del realizador John Zaritsky y capta el instante de la muerte del estadounidense Craig Ewert, un enfermo terminal de 59 años, en septiembre de 2006.

Padre de dos hijos, Ewert, un antiguo profesor universitario que se mudó hace años a Inglaterra para escapar "de los Estados Unidos de (George W.) Bush", padecía una enfermedad neuronal motora degenerativa que le dejó completamente paralítico.

Reacio a pasar el resto de su vida en una "tumba con vida" y sometido a una continua "tortura", el enfermo viajó a Zúrich (Suiza) e ingresó en una clínica de la controvertida organización especializada en suicidio asistido Dignitas.

El documental enseña a Ewert, postrado en una cama y con el rostro entubado, intercambiando un último beso con su esposa, Mary, a quien le dice: "Cariño, te quiero tanto".

Su mujer, con la que ha compartido 37 años de su vida, responde: "Ten un buen viaje. Nos veremos en el futuro".

"Me gustaría seguir adelante, pero realmente no puedo. Cuando estás totalmente paralizado, no puedes hablar, no puedes andar, no puedes mover los ojos, ¿cómo le haces saber a alguien que sufres?", confiesa el ex profesor de informática.

A continuación, los responsables de Dignitas, que cobran a Ewart unos 4.500 dólares por hacer realidad su deseo, suministran una mezcla de sedantes letal que el enfermo absorbe con una pajita rosa, al tiempo que pide zumo de piña y suena de fondo música de Mozart.

Poco antes de cerrar sus ojos para siempre, Craig Ewert se despide con un simple "gracias".

En declaraciones que difunde hoy el diario "The Independent", la esposa del antiguo profesor defiende la difusión televisiva del programa porque, en su opinión, ayudará a la gente a "afrontar sus temores" sobre los "tabúes " de la muerte.

Zaritsky, ganador en 1983 de un Oscar de la Academia de Hollywood, admitió que el filme provocará controversia, si bien resaltó la importancia de que genere debate.

La polémica no ha tardado en llegar por parte de asociaciones como "Asistencia, no muerte", cuyo director, Peter Saunders, tildó el documental de "voyeurismo macabro" y de "cínico intento de impulsar los índices de audiencia televisiva".

Domenica Roberts, de la "Alianza Pro Vida", afirmó que resulta "triste y peligroso mostrar este tipo de cosas en televisión", pues se envía el mensaje de que la vida de algunas personas "no tiene ningún valor".

Desde el canal Sky Real Lives, su directora, Barbara Gibson, defendió el documental al argumentar que aborda "un asunto que afecta cada vez a más gente", y se trata de un filme "informativo, elocuente y educado".

"Creo -añadió Gibson- que es importante que los medios den más cobertura a este controvertido asunto".

El regulador británico de los medios de comunicación, Ofcom, también se pronunció sobre la cuestión y adelantó que estudiará el documental para comprobar si contraviene su código de conducta.

El programa se difundirá un día después de que la Fiscalía del Estado británico anunciara que no emprenderá medidas legales contra los padres de un joven jugador de rugby inglés que falleció este año en una clínica de Dignitas.

Daniel James, de 23 años, decidió acudir a la clínica tras sufrir un accidente durante un partido de rugby que le dejó paralítico.

El suicido asistido está tipificado como delito en Gran Bretaña y acarrea una pena máxima de catorce años de cárcel.

No obstante, más de un centenar de ciudadanos británicos ha puesto fin a su vida en Dignitas, sin que sus familiares hayan tenido que rendir cuentas ante la Justicia.