Este vecino, de nacionalidad dominicana, quería firmar un documento ofreciendo su cuerpo, una vez fallecido, para que formase parte de la exposición en la cual --a través de cadáveres humanos y órganos vitales conservados mediante "plastinación"-- se ofrece al publico la posibilidad de "verse por dentro" con fines didácticos y para ayudar a vivir más, mejorando la salud y la forma de vida.

Según explicó en una carta a los responsables de la exposición, se trata de un ciudadano con cuatro hijos que, aunque lleva seis años en España, tiene una casa con una hipoteca de 820 euros al mes y se ha quedado recientemente sin su trabajo, en una constructora.

"He visto en el periódico que tiene una exposición en Pamplona donde se pueden ver cuerpos humanos muertos plastificados y yo quisiera venderles mi cuerpo para que cuando me muera puedan plastificarlo y ponerlo en su exposición", señala en la misiva, donde añade que sólo quiere que le paguen por su cuerpo para la hipoteca.

Así, asegura que si aceptan su propuesta, se dirigirá al juzgado y les firmará para que cuando se muera, su cuerpo "pueda ser plastificado para ponerlo en su exposición. "Yo estoy sano y se lo he dicho a mi mujer y me ha dicho que sí", apostilló.

Desde la exposición, se han puesto en contacto con este vecino para indicarle que su propuesta "es inviable". Esta exposición, en la que han colaborado universidades españolas y americanas, cuenta también con la colaboración del Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón y del productor francés Albert Barillé, creador de las series de TV 'Érase una vez...'.