amaia mauleón  Vigo

Las luces ya se han encendido, los escaparates lo anuncian a gritos, el frío, el calendario... ya no se puede obviar: ha llegado la Navidad. Sin embargo, en tiempos de crisis económica la población trata de hacer oídos sordos y deja para el último momento las compras y preparativos que otros años comenzaban a finales de noviembre. Comerciantes, hoteleros y hosteleros gallegos auguran una Navidad más ajustada, aunque, como todas las crisis, esta hará que el ingenio se agudice y surjan iniciativas más imaginativas.

José Manuel Barbosa, presidente de los hoteleros de la provincia de Pontevedra, teme especialmente la Nochevieja, que es cuando los hoteles solían tener mayor ocupación al ofrecer cenas, fiestas y noches en el propio hotel. "El ruido del teléfono no es lo que era", resume Barbosa para explicar el menor número de reservas que los hoteles han registrado hasta ahora. Sin embargo, esperan que a última hora se animen más comensales a celebrar esta fiesta fuera de casa.

Aunque la época navideña no es el fuerte de los hoteles gallegos -"la gente prefiere ir al sol"-, años atrás cubrían algunos fines de semana con visitantes que acudían a las grandes ciudades a hacer sus compras y, de paso, pasaban la noche en ellas. "Ahora vienen, miran, pasean, compran algo pero luego se vuelven a sus casas a dormir", lamenta Barbosa.

También las tradicionales comidas de empresa serán este año más escasas. "Muchos autónomos han cerrado, otras empresas están en crisis... ¿cómo van a hacer una comida de Navidad? No tienen humor para ello", explica el empresario.

El sector de la hostelería también se ajusta el cinturón. La mayoría de las empresas, según comenta José Manuel Magaz, presidente de la Federación de hosteleros de Pontevedra, mantienen sus comidas navideñas, "pero no habrá tanto marisco y jamón como en las de otros años", advierte. Los mayores recortes se ven en las grandes compañías, "para las que estas comidas suponen una inversión grande". "Algunas que llevaban muchos años festejando estas fechas esta vez lo han suspendido", comenta el empresario.

También en Nochevieja "se pasará de los menús festivos a la comida a la carta, en la que cada cual gastará según sus posibilidades", dice. En su restaurante, el Asador Soriano, como en otros muchos, la táctica para atraer a los clientes será "ofrecer menús más asequibles, aunque con imaginación serán igual de atractivos".

Y si se prescinde de las comidas de confraternización, tampoco podían salvarse las cestas de Navidad y otros regalos con las que las empresas agasajan a sus trabajadores o a directivos de otras empresas. "La crisis la estamos sufriendo mucho; unas empresas han reducido el valor de las cestas y otras, directamente, las han eliminado", lamenta Emilio Mosquera, director de Ediprem, una de las empresas con más actividad del sector. Aunque le perjudique, entiende la postura de los empresarios: "Sé de algunos que lanzaron a los sindicatos la propuesta de ofrecer las cestas o reducir el personal y, claro, prefirieron quedarse sin regalo".

Su catálogo de regalos estaba preparado en el mes de agosto, aunque ya entonces supieron prever las consecuencias de la situación económica. "Las restricciones se veían venir, así que ya hicimos un catálogo más adecuado a la medida de los clientes; Los jamones ibéricos dan paso, en muchos casos, a otros de bodega, y los vinos más pedidos también son más discretos", describe Mosquera.

Y la cadena continúa. La escasez de ibéricos en las cestas de Navidad, en los restaurantes y en las propias casas hace temblar al sector, que asegura haber sufrido ya un desplome de hasta un 20 por ciento a partir del mes septiembre, según estima la sección de ibéricos de la Asociación de Industrias de la Carne de España, Iberaice.

Emilio Mosquera detecta también un retraso de los pedidos de cestas. "En septiembre muchas empresas ya tenían todo cerrado otros años y éste aún siguen dándole vueltas", apunta.

Rebajas adelantadas

El comercio textil ha puesto la primera solución a la crisis adelantando las rebajas y con campañas de descuentos que alcanzan hasta el 50 por ciento. "Al sector textil le afecta mucho la situación de crisis; la gente está más reticente a gastar y, aunque esperamos que en estos últimos días la situación mejore, no se ve la alegría de otros años", describe Cándido Rial, presidente de la asociación de Comerciantes de Príncipe, en Vigo.

Además de la bajada de precios para animar a la gente a que compre antes de las rebajas, Rial aconseja "una dosis de imaginación" a los comerciantes. "Es importante cuidar más los escaparates y tener una atención personal con los clientes, sobre todo en estas fechas".

Las estrategias de seducción también son las que aconseja Alberto Rocha, secretario general de la Confederación de la Industria Textil Gallega, al pequeño comercio de la moda. Rocha destaca una mayor caída en las prendas de alto precio. "Además, la ropa es un símbolo del nivel adquisitivo de la persona y, si antes hacían un esfuerzo por comprar prendas de más valor, ahora más bien prefieren pasar desapercibidos", afirma.

Sin embargo, Rocha es optimista respecto al futuro: "Las Navidades serán flojas, pero creo que nuestro sector se puede recuperar rápidamente por un desplazamiento del gasto en otros bienes a los que resultará más difícil el acceso, como los coches, lo que permitirá tener más dinero para compras menores como la ropa y el calzado".

Los Reyes también se ajustan el cinturón

Los Reyes Magos y Papá Noel no se libran del azote económico. Sin embargo, harán un esfuerzo por no defraudar a los niños. "Los más pequeños serán los últimos en notar la crisis", augura Guillermo Lozano, gerente de Toys r´us en Vigo. "Tenemos la misma cantidad de clientes, pero hemos notado que rebajan el volumen de compra y el coste de sus productos", apunta. Como contrapartida, la cadena asegura que ha ajustado los precios al máximo "y ya sacamos un segundo catálogo de ofertas, que otros años retrasamos mucho más", explica el gerente.

La televisión vuelve a marcar los gustos de los más pequeños: "Todas las líneas de Polly Pocket, Hannah Montana, High School Musical, Gormiti o Spiderman tienen este año mucho éxito", describen en la tienda. No dudan de que estas fiestas se venderán todos estos juguetes. Sin embargo, "en lugar de comprar packs completos, tienden a adquirir artículos por separado para ajustar el gasto a sus posibilidades".

Y, como en otros sectores, también aquí se repite el retraso en las compras. "En los años de bonanza económica se compraban los regalos bastante antes, para evitar las colas de última hora. Ahora, prefieren gastar el dinero primero en lo más urgente: comida, hipoteca? y se dejan los regalos para el final", opina Sonia Ferradás, de Centroxogo. "Las ventas de momento están bastante paradas, pero esperamos que a última hora se animen mucho más", afirma.

Los centros comerciales se encuentran llenos en estas fechas. "El mal tiempo también influye y mucha gente viene para guarecerse del frío y la lluvia, pero aún así las ventas van bien y para diciembre tenemos buenas perspectivas", anuncia María Lázara, subdirectora del centro Comercial Gran Vía que, no obstante, admite una bajada del consumo "a nivel general, desde junio hasta ahora".

Luces de bajo consumo para iluminar la Navidad

A Coruña, Vigo, Ourense, Pontevedra, Santiago y Ferrol inauguraron esta semana oficialmente el alumbrado de Navidad, mientras que Lugo se adelantó y 30 de sus calles ya estaban iluminadas desde el pasado lunes.

Las siete ciudades gallegas se preparan para recibir unas fiestas navideñas marcadas por la crisis y todas ellas visten sus calles y plazas más representativas con adornos y luces de bajo consumo, que contribuyen al ahorro y a la protección del medio ambiente.

Los presupuestos para decorar las calles y plazas de las siete ciudades más importantes de Galicia con motivo de la Navidad oscilan entre los 25.000 euros que destinó Pontevedra y los 650.000 euros que empleó A Coruña, la más gastadora. El presupuesto de la ciudad herculina duplica al de Vigo (313.000) y supera en un 50 por ciento la suma de los de Santiago (165.000), Lugo (127.000), Ourense (casi 90.000) y Pontevedra (25.000).

Sirva de consuelo el gasto que en este arte de iluminar las calles y atraer al consumidor invierte la capital. El ayuntamiento de Madrid ha instalado nada menos que nueve millones de bombillas en 160 espacios del centro de la capital y en ellas se va a invertir un total de 4,6 millones de euros.

El efecto psicológico, crucial para no despilfarrar

Aunque para muchas personas la situación económica no ha variado sustancialmente, el parón en el consumo se da en ellos como un "efecto psicológico ante tantas noticias sobre la crisis", indica Alberto Rocha, secretario general de la Confederación de la Industria Textil Gallega. "Muchos prefieren ser previsores y ahorrar por la inseguridad que sienten hacia el futuro próximo", opina.

La sensación del empresario gallego coincide con una encuesta de la Confederación de Consumidores y Usuarios, que indica que el 21 por ciento de los ciudadanos reducirá su gasto en Navidad sólo porque hay crisis, sin tener realmente problemas económicos que influyan en su decisión.

Resentida o no la situación económica, la realidad es que casi la mitad de los ciudadanos ha decidido reducir sus gastos en las fechas navideñas y la mayoría de las familias estima que desembolsará menos de 500 euros, según la citada encuesta. El 30% de los encuestados calcula su gasto entre los 500 y los 1.000 euros.

Los gastos se bajarán especialmente en comer fuera de casa (29%), regalos (25´5%, sin incluir juguetes) y ocio (24%), mientras que la lotería (15%), los juguetes (4%) y comer en casa (2%) serán los sectores en los que menos se note el ahorro.