"Mi mejor satisfacción es siempre hacer un filme. Cuando termine el que estoy rodando ("Peculiaridades de una muchacha rubia"), haré otro para presentarlo en el festival de Cannes del año próximo", refirió el director, quien reveló que su próxima cinta se llamará "El extraño caso de Angélica".

De Oliveira, reconocido como el director portugués más universal, compareció hoy ante la prensa lleno de humor y vitalidad cinco días antes de completar 100 años y señaló que "sólo" descansa cuando está inmerso en el rodaje de una película.

Cuestionado sobre el significado del Séptimo Arte, el realizador apuntó que el cine que tiene "valor" es el que se realiza desde un punto de vista artístico, no desde una perspectiva comercial, y añadió que un creador debe seguir "siempre" su instinto aunque no tenga éxito de ventas.

El cineasta portugués también analizó el estilo actual de filmar, caracterizado por una clase de montaje muy dinámico.

"Lo que predomina es el tipo de montaje estadounidense, muy rápido. Creen que el lado activo del cine reside en ese aspecto", consideró el realizador, quien, citando al poeta luso José Regio, indicó que "la única originalidad de los artistas es su personalidad".

De Oliveira subrayó la necesidad del ser humano de perdurar más allá de la muerte y explicó que su forma de dejar huella es hacer películas.

"Tenemos pena de irnos de este mundo. No sabemos por qué llegamos aquí ni a dónde iremos. Pero la única cosa segura es la muerte, lo que en el fondo nos consuela", señaló.

El director luso disertó sobre el concepto de cine, al que definió como "el espejo de la vida", porque sintetiza todas las artes, desde la pintura hasta la literatura.

"El Séptimo arte depende del resto de disciplinas artísticas.

Véase el teatro, o la pintura y, sobre todo, la literatura", recalcó.

El realizador rueda actualmente en Lisboa "Singularidades de uma rapariga loira" ("Singularidades de una muchacha rubia"), adaptación a los tiempo modernos de un cuento de una de las grandes figuras de la literatura lusa, Eça de Queirós (1845-1900).

La película cuenta la historia del amor frustrado entre un joven y una misteriosa chica rubia y se prevé que el rodaje acabe a finales de este mes.

"Espero que estemos a tiempo de presentarla al festival de cine de Berlín el próximo mes de febrero", indicó el incansable De Oliveria.

El director será homenajeado durante este mes por una comisión de honor en la que figuran el jefe de Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, el primer ministro, José Sócrates, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, entre otros.

De Oliveira, que empezó en el cine mudo, debutó en 1931 con el corto "Douro, faina fluvial" ("Duero, faena fluvial") y en 1942 dirigió su primer largometraje de ficción, "Aniki-Bóbó", considerado por los críticos como una de sus obras maestras.

Su extensa filmografía, de la que destacan títulos como "Un filme falado" (2003) y "O convento" (1995), aumentó a partir de la década de los 80, cuando dirigió a actores de la talla de la francesa Catherine Deneuve, el estadounidense John Malkovich, o el italiano Marcello Mastroianni.

El veterano director, al que homenajeó la Filmoteca Nacional española recientemente, ha participado en los certámenes cinematográficos más importantes del mundo, incluida la Mostra de Venecia, que rindió un homenaje a toda su carrera en 2005.