"Estamos aprendiendo cómo es el fenómeno, pero ganando la batalla definitivamente no, me parece que en ningún país todavía se gana, va a tardar un poco", dijo hoy en una entrevista con Efe durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Cacho destapó en su libro "Los demonios del edén" (2005) una red de pederastia en el Caribe mexicano en la que estaban implicados empresarios y funcionarios públicos, lo que le granjeó amenazas e incluso ser detenida de forma irregular por policías.

Detrás del complot para internarla en una cárcel donde fue vejada se encontraban presuntamente uno de los implicados en la trama, el empresario Kamel Nacif, y el gobernador del céntrico estado de Puebla, Mario Marín.

La opinión pública pudo escuchar una soez conversación telefónica entre ambos con los detalles del plan, lo que le valió a Marín el mote de "góber precioso" -como le llamaba Nacif- y cierto carácter de apestado político, aunque sigue en el poder y no ha recibido sanción alguna.

Cacho presentó el viernes por la noche en la FIL su último libro, "Con mi hij@ no", un manual de ayuda para padres que busca prevenir y detectar el abuso pedófilo, y sanarlo en caso de que se haya producido.

"El sistema de asistencia pública social en México está fracturado y sumamente contaminado, falto de presupuesto y capacitación, en gran medida es uno de los maltratadores del Estado", criticó.

Para la periodista, el organismo federal competente, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) se limita a dar "buenas palabras" y, en algunos casos, "arrebatarles las criaturas a las madres o familiares con el argumento de que si vejaron o permitieron que su hijo fuera abusado son culpables".

Reveló también que un alto responsable policial federal le había enviado un correo argumentado que "las víctimas también provocan, también saben seducir", lo que acabó de reafirmar su desconfianza en las autoridades.

Al término de la presentación al público del libro, la periodista firmó ejemplares entre numerosas muestras de apoyo de los asistentes.

"La felicito por su carácter, por su temple, estos delitos antes de usted no existían", le dijo con profunda admiración un hombre mayor.

Cacho afirmó que seguirá con su lucha, sin dejar de lado "el goce por la vida, el amor por la literatura" y reveló que escribe un libro de cuentos eróticos y una novela.

Sin embargo, el grueso de su trabajo se lo dedica a las víctimas de la pederastia, niños y sus familiares. Tras dejar al descubierto la red criminal en 2006, la periodista recibió cerca de 3.000 correos electrónicos que le pedían ayuda.

"Entré como en una dinámica de desesperación, me vi en la necesidad casi impulsiva de intentar contestarle, pero resultó imposible", recordó.

A raíz de ello, la periodista -que abrió un centro de atención a mujeres hace ocho años- comenzó a documentarse y a entrevistar a expertos, para acabar con el manual presentado en la FIL.

Sobre los menores afectados, afirmó que "ya están catalogados por la sociedad como personas marcadas, cuya inocencia desapareció".

"No es cierto, lo que ha desaparecido es la confianza en la mayoría de los adultos, lo que debemos hacer es restablecerla", apuntó.

Esta semana, una diputada mexicana denunció a un alcalde y un animador de espectáculos en un municipio de Puebla por presuntamente haber incitado a un grupo de niños a desnudarse durante una fiesta charra, en un caso que amenaza con despertar una fuerte polémica en la opinión pública.