Promocionar la obra de los escritores gallegos fuera de Galicia, intermediar entre las editoriales y el autor para la negociación de la publicación, buscar al editor más adecuado, defender los derechos de autor y gestionar posibles labores de traducción son algunos de los objetivos de la Axencia Literaria Galega (ALG), la primera de estas características que se crea en Galicia y a la que ya se han unido doce autores.

Nombres consagrados y escritores noveles como Xesús Fraga, Xavier Alcalá, Santiago Jaureguizar, Xavier Queipo, Camilo Franco, Xosé Manuel Trigo, Carlos Meixide, Manuel Jabois, Elías Portela y Berta Dávila fueron los primeros en apostar por esta agencia, a la que recientemente se han unido Carmen Blanco y Bieito Iglesias. Desde mañana y hasta el 7 de diciembre, la agencia estará presente en Cultur.gal, una feria que reunirá en A Coruña a cien empresas de productos culturales gallegos y en la que se presentarán libros y discos y diversas actividades para el público infantil y para los profesionales.

La ALG, con sede en Cangas, es una iniciativa de Moisés Barcia y Penélope Pedreira, los responsables de Editorial Rinoceronte, aunque advierten que funciona de forma completamente independiente de la editorial. "Hasta ahora, los grandes autores tenían agentes literarios que les gestionaban sus trabajos fuera de Galicia y los menos grandes se gestionaban ellos mismos sus asuntos. Una agencia intermediaria consigue higienizar estas labores, huir de los tratos de favor que suelen darse", argumenta Natalia Cora, coordinadora de la agencia.

Para promocionar la obra de los autores fuera de nuestras fronteras, la ALG pretende estar presente en las más importantes ferias del libro y otros eventos culturales. Así, recientemente viajaron a la Feria del Libro de Franckfurt donde establecieron contacto con otras agencias "para promocionar conjuntamente a escritores y potenciar posibles colaboraciones". Especialmente, quieren acercarse al mercado portugués "tan cercano a nosotros y, hasta ahora, con tan escasa representación de autores gallegos", destaca Cora.

Pero junto a esa labor de promoción, la agencia gestionará a sus representados "todo lo que no tiene que ver con lo estrictamente creativo" como las solicitudes de artículos de opinión, nvitaciones a conferencias o mesas redondas o el seguimiento de los ejemplares editados.

La ALG ocupa un hueco que había en el panorama literario gallego, quizá más fácil de gestionar que el de otras comunidades. En Cataluña o Madrid estas agencias tienen una amplia tradición y nombres como Carmen Balcells o Antonia Kerrigan, en Barcelona, se han convertido en sinónimo de éxito comercial para sus representados.